WINDSOR.- Millares de personas invadieron este viernes Windsor, al oeste de Londres, para desear "feliz cumpleaños" a la reina Isabel II, que caminó por las calles del pueblo vestida con un atuendo rosa encendido y recibiendo a su paso flores, regalos y felicitaciones por su 80º aniversario.
La octogenaria monarca resplandecía bajo un sombrero también color fresa adornado con plumas, seguida por su marido Felipe el Duque de Edimburgo, de 84 años, que caminaba, como siempre, varios pasos atrás de la soberana.
La muchedumbre -15.000 personas, según la policía- estalló en aplausos cuando vio a Isabel II cruzar el portón principal del hermoso castillo amurallado, que se levanta en este pequeño pueblo a orillas del Támesis.
A su paso, sus súbditos le ofrecían flores de todos los colores -tulipanes, rosas, claveles, iris, lirios, sencillas margaritas-, que ella agradecía con una sonrisa, y que luego pasaba a una de sus acompañantes.
Los niños le dieron ositos de peluche, flores y tarjetas de felicitaciones, y una mujer le ofreció una torta de cumpleaños, preparada por ella.
"Le dije a la reina 'Gracias, la quiero'", contó emocionada Jane Wilson, de Yorkshire (norte), que llegó temprano a Windsor para la ocasión. "Le toqué la mano, y ella me sonrió y me dijo gracias", agregó la mujer, envuelta en una bandera británica.
La reina, que todo lo tiene, había pedido, como regalo de cumpleaños, un día soleado, pero el cielo se despertó nublado. Pero luego, quizá en honor a la soberana, el sol empezó tímidamente a brillar, alegrando las engalanadas calles de esta histórica ciudad, donde se levanta la residencia preferida de Isabel II.
El cumpleaños de la reina -el miembro más popular de la monarquía británica- llevó a Windsor a cientos de periodistas y camarógrafos del mundo entero, que se subían a los postes, o captaban imagen de la soberana desde balcones, que habían alquilado por unas horas a altísimos precios.
Además, según informó el palacio de Buckingham, la soberana ha recibido esta semana 20.000 misivas y 17.000 emails de felicitación.
La muestras de afecto
Acompañada de su esposo y dos hijos, Julia McCarthy-Fox llegó en coche a Windsor a las seis de la mañana, desde Horsesham (norte de Inglaterra), para desearle "feliz cumpleaños" a la reina, "una señora asombrosa", que "nunca ha dado un paso en falso".
Ella "ha cumplido con su deber de manera admirable", dijo Julia, que entregó a la reina un ramo de flores.
A su lado, ondeando una bandera, Chris Howe, de 60 años, contó que viajó a Windsor desde Londres porque quería "formar parte de la historia".
"Este es un acontecimiento histórico, ver que nuestra monarca cumple 80 años, tras reinar durante 54 años", dijo.
El cumpleaños de la reina llevó a Windsor incluso a republicanos, entre ellos a la australiana Sandra Mitchell. "Yo no soy monárquica, me gustaría que Australia se convirtiera en republicana, pero admiro mucho a la reina, ha tenido muchos altos y bajos en su vida, y ha demostrado siempre gracia", dijo.
A su lado, Margaret Wheller, de 70 años, se dice monárquica desde siempre. "Nací y moriré cantando 'salve a la reina'", dijo.
"La admiro mucho. Tiene una energía asombrosa. Tiene diez años más que yo, y diez veces más energía. Siempre parece resplandeciente, sonriente. Quizá hoy me diga su secreto", agregó riendo.
