PARÍS.- El Primer Ministro francés, Dominique de Villepin, afirmó hoy que no dimitirá de su cargo a pesar del escándalo en torno a la sociedad financiera luxemburguesa Clearstream.
"Hoy por hoy, nada justifica mi dimisión", declaró de Villepin a la emisora de radio Europe 1.
El Primer Ministro agregó que por el momento su "relación de confianza" con el Presidente galo, Jacques Chirac, sigue "inalterable".
De Villepin se mostró además "conmocionado" por lo que definió como "campaña de acoso y derribo" contra su persona, al tiempo que se mostró dispuesto a declarar ante los magistrados que investigan el caso "si ellos lo desean".
En vista de la exigencia de la oposición de que dimita Villepin, en el partido gubernamental UMP, surge cada vez más fuerte la petición de que Chirac intervenga en el escándalo.
El escándalo gira en torno a la sospecha de que Villepin utilizó afirmaciones sobre cuentas secretas de su ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, en la sociedad luxemburguesa de compensación y pagos Clearstream para dañarle.
El líder del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, señaló por el contrario que el escándalo es sólo una burbuja de aire. Villepin ha sido el que más dignamente ha realizado su tarea de gobierno en todas las crisis y debe seguir gobernando hasta 2007, dijo ayer.
También el jefe de los socialistas, François Hollande, instó a Chirac a actuar. "La regencia de Chirac finaliza en agonía. Depende de él escribir la última página", dijo Hollande.
La reputación política de Villepin ha caído hasta su punto más bajo. Según una encuesta del instituto LH2 realizada para el periódico "Libération", sólo el 20 por ciento está de acuerdo con su política, mientras que el 71 por ciento se muestra en contra.
En el transcurso de cuatro meses, la aprobación de Villepin ha caído en 29 puntos porcentuales. Incluso los simpatizantes de su propio partido UMP le otorgan sólo el 46 por ciento de aprobación.
Chirac se sitúa mejor, con un 24 por ciento de aprobación y un 67 por ciento de rechazo entre el electorado.
