BRASILIA.- Brasil y Bolivia no viven una crisis y resolverán sus diferencias en una mesa de negociaciones, afirmó el miércoles el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, aunque reconoció que fue un "error estratégico" brasileño depender de una sola fuente de abastecimiento de gas.
"Fue un error estratégico de Brasil quedar dependiente de una única fuente de energía que no era nuestra", dijo Lula en una ceremonia por la tarde en el palacio de gobierno, según indicó el servicio oficial de noticias Agencia Brasil.
Brasil adquiere diariamente 26 millones de metros cúbicos de gas boliviano, es decir la mitad de su demanda interna.
Lula dijo también sentirse "tranquilo". Incluso con la eventualidad de un desabastecimiento, el mandatario señaló que no existían riesgos de aumentos del precio de gas en el mercado interno de Brasil.
"El problema es garantizar el gas brasileño. Estoy tranquilo. No va a aumentar el precio de gas (en Brasil). No tengo esa preocupación", indico Lula.
Horas antes en un discurso, el presidente dijo también que "el sufrido pueblo" boliviano tenía derecho a reclamar el control sobre sus riquezas de hidrocarburos.
Lula da Silva mencionó el tema de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, anunciada el pasado 1 de mayo por el presidente Evo Morales, durante un discurso matutino por la apertura oficial de un encuentro regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"El hecho de que los bolivianos tengan derecho, no significa negar el derecho de Brasil", dijo Lula en una referencia a las operaciones en el vecino país de la petrolera Petroleo Brasileiro SA (PETROBRAS), que era la principal productora de gas boliviano.
La nacionalización fue "un ajuste necesario de un pueblo sufrido y que tiene el derecho de reivindicar mayor poder por la mayor riqueza que tiene", añadió el presidente entre los aplausos de los asistentes al foro.
"No hay crisis Brasil-Bolivia y no existirá crisis", aseguró Lula, quien recordó su pasado como líder de sindicatos metalúrgicos en las décadas de 1970 y 1980. Hago negociaciones, agregó Lula, "mucho antes de ser político y nuestras divergencias (con Bolivia) serán removidas en torno a una mesa, conversando".
El presidente ratificó que el jueves se reunirá en Puerto Iuazú con sus colegas Morales, el presidente de Argentina, Néstor Kirchner y el mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Más temprano, el principal asesor de Lula en asuntos internacionales, el consejero Marco Aurelio García, dijo que a pesar de la "incomodidad" por la forma en que fue realizada la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia —con uso de militares— el gobierno actuaría con serenidad porque no era el momento de "bravatas".