HEBRÓN, Cisjordania.- La policía israelí desalojó el domingo a decenas de judíos que invadieron una vivienda palestina en la ciudad cisjordana de Hebrón, en un hecho que constituyó una prueba para el nuevo gobierno israelí y sus planes de movilizar a numerosos colonos.
El desalojo del inmueble de tres pisos concluyó aproximadamente en dos horas y media, y prácticamente no enfrentó resistencia. La operación contrastó notablemente con el desalojo violento de parte de una pequeña zona en Cisjordania, en febrero, cuando más de 200 policías y manifestantes adolescentes resultaron heridos.
El primer ministro Ehud Olmert fue duramente criticado por el manejo de aquella operación, cuando encabezaba un gobierno interino.
El domingo, la policía irrumpió en el inmueble después de cortar una puerta metálica con una sierra mecánica. Los agentes instaron a los colonos —algunos de los cuales tenían hijos pequeños— a salir en forma pacífica, y algunos accedieron.
Otros debieron ser sacados a rastras, incluida una mujer, cuyo bebé lloró cuando los agentes lo retiraban del inmueble.
Colonos judíos fuera del edificio trataron de ingresar por la fuerza inmediatamente después de que la policía, con equipo antimotines, cortó la puerta. Sin embargo, los agentes sacaron a los manifestantes, algunos de los cuales fueron golpeados.
En total, tres familias y 27 simpatizantes jóvenes del área de Hebrón fueron sacados del inmueble, dijo el portavoz policial Mickey Rosenfeld. Diecinueve agentes de seguridad resultaron heridos y 17 colonos fueron detenidos, añadió la fuente.
Ni Rosenfeld ni los servicios de rescate dieron de inmediato un recuento de los colonos heridos, pero el diario israelí Haaretz informó que cinco sufrieron lesiones leves.
