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"Caníbal de Rotemburgo" fue condenado a cadena perpetua

El técnico informático Armin Weiwes asesinó, descuartizó y luego devoró al ingeniero Bernd Juergen Brandes en 2001, a quien había conocido a través de Internet.

09 de Mayo de 2006 | 08:44 | Agencias
FRANCFORT, Alemania.- El técnico informático Armin Weiwes, más conocido como el "caníbal de Rotemburgo", fue condenado hoy a cadena perpetua por una corte de Francfort por el asesinato del ingeniero Bernd Juergen Brandes, a quien descuartizó y devoró por impulsos sexuales.

Meiwes, de 44 años, había declarado ante los jueces que Brandes, de 43, le pidió, en un último deseo antes de morir, que lo matara. El acto fue perpetrado durante la noche del 9 al 10 de marzo de 2001 en la casa de Meiwes, en la localidad de Rotemburgo (centro).

El juicio en el Tribunal Regional de Fráncfort es el segundo que se celebra contra Meiwes por el crimen cometido en 2001. Una primera condena decidida en 2003, a ocho años y medio de prisión por homicidio, había sido anulada por la Corte Federal, al considerar que no se habían tomado en cuenta algunos factores que hubieran justificado una condena por asesinato y con ello la cadena perpetua.

Meiwes y su presa, un ingeniero berlinés de prácticamente su misma edad, se habían conocido a través de Internet, en un foro especializado en canibalismo. Según el condenado, la víctima lo visitó voluntariamente en su casa de Rotemburgo, en el sur del país, dispuesto a ser comido.

En un sangriento acto de cuatro horas de duración que grabó en video, el alemán le cortó primero el pene a la víctima y luego ambos trataron de comérselo juntos, acompañándolo de vino tinto chileno. Más tarde, cuando el fallecido se encontraba ya inconsciente, le pegó un corte en el cuello y lo descuartizó.

Expertos calculan que Meiwes llegó a comerse en días sucesivos hasta veinte kilogramos de carne humana. Durante el juicio, el condenado afirmó abiertamente que siente el deseo de volver a comer la carne de una persona.

Según el tribunal de Francfort, Meiwes actuó para satisfacer sus deseos sexuales. En el proceso, dos psiquiatras atestaron en el condenado una alteración psíquica grave, pero consideraron que era completamente imputable por sus actos ya que ésta no afecta ni a su entendimiento ni a su voluntad. Por ello, los jueces no tuvieron la posibilidad de ordenar su ingreso en un recinto psiquiátrico.

La defensa del caníbal pedía que se le condenara por un delito de asistencia al suicidio, algo similar a la eutanasia, para lo que corresponde una pena máxima de cinco años. Antes de la lectura de la sentencia, los abogados de Meiwes anunciaron que en el caso de producirse una condena por asesinato recurrían a la Corte Federal.
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