Michelle Bachelet junto al canciller austríaco, Wolfgang Schussel. |
VIENA.- La Unión Europea (UE) instó hoy a Chile a ampliar su influencia en América Latina en vista de los éxitos alcanzados por el país, que constituye "un modelo" para el bloque en su relación con otros estados.
"Hemos urgido a Chile a desplegar su muy importante capacidad de influencia en América Latina. Creemos que Chile es un gran éxito, desde los puntos de vista político y económico", afirmó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en rueda de prensa tras la segunda cumbre UE-Chile, celebrada en Viena.
"Chile se mueve en la dirección adecuada, es un buen modelo para nuestras relaciones con países terceros", explicó, por su parte, el canciller austríaco, Wolfgang Schussel, presidente de turno de la Unión.
La reunión chileno-europea sucedió a la cumbre UE, América Latina y Caribe, celebrada ayer, donde quedó patente el desencuentro entre los países contrarios al liberalismo económico, Venezuela y Bolivia, y los partidarios de las políticas de mercado, Perú, México, los países centroamericanos o el propio Chile, ligado por un Tratado de Libre Comercio a la Unión desde 2002.
La Presidenta Michelle Bachelet señaló por su parte que el acuerdo firmado con la UE en 2002, que trata temas comerciales pero también sociales, "ha beneficiado ampliamente a los chilenos y chilenas".
Desde la firma, las exportaciones hacia la Unión Europea se han incrementado en un 115 por ciento, mientras que la inversión de la UE en Chile ha superado los 5.000 millones de dólares, representando aproximadamente un 60 por ciento de la inversión extranjera directa desde el año 2003, explicó Bachelet.
La Presidenta señaló además que se siente en "una situación especial" al acudir a la cumbre UE, América Latina y el Caribe en un país de habla alemana, tras haber estado exiliada en Alemania Oriental durante la dictadura de Pinochet.
"Jamás pensé, cuando vivía en Alemania, que sería Presidenta de Chile", aseguró.
Desarrollando Chile
Bachelet subrayó que actualmente su mayor preocupación es seguir desarrollando el país de forma seria, pero a la vez con una política de derechos humanos y de paz y justicia para las víctimas de la violencia. "Hacer una buena reparación del pasado para crear un buen futuro para todos", señaló.
Sobre todo a través, no de la reconciliación, palabra que prefiere no usar porque parece obligar a ambas partes, sino del "reencuentro, un reencuentro que permita reconstruir los vínculos, los afectos, la confianza entre los distintos sectores".
"Chile tiene que ser un país incluyente, que nunca excluya", destacó.
Chile y la UE debatieron entre otros puntos como la utilización más efectiva de la energía, para no depender de un único abastecedor, y cómo mejorar los contactos con las pequeñas y medianas empresas.
El intercambio entre ambos asciende a más de 10.000 millones de dólares y la UE es el socio más importante de Chile fuera de América Latina.
"Con Europa tenemos una misma vocación libertaria, política, económica y con justicia social. También tenemos una visión similar sobre cómo fortalecer las organizaciones multilaterales, cómo ver el libre comercio y la integración y contribuir proactivamente a gobernar la globalización mediante la concertación política", dijo Bachelet, quien anunció además la realización en Santiago de una conferencia sobre cohesión social y sobre sociedad civil con la UE.
