
BAGDAD.- Bombas mataron al menos a 18 personas en Irak entre el sábado y el domingo en uno de los episodios más sangrientos de las últimas semanas, luego de que explosiones destruyeran seis pequeños santuarios musulmanes chiitas al norte de la capital en supuestos ataques sectarios.
Mientras se reunía el Parlamento y el designado Primer Ministro chiita Nuri Al Maliki intentaba formar un Gobierno de unidad nacional, seis bombas explosionaron el sábado en Bagdad, incluida una en la entrada principal que conduce al aeropuerto de la ciudad. Decenas de personas resultaron heridas en los ataques.
Fuentes de hospitales dijeron que tres personas murieron en la explosión en el área del aeropuerto, un complejo donde están los cuarteles generales del ejército estadounidense en Irak.
En otros atentados ocurridos en la capital el domingo, seis personas, incluyendo tres policías, resultaron muertas por un ataque con bomba dirigido a una patrulla de policía en el distrito mayoritariamente sunita de Aadhamiya.
Cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas cuando otra bomba dirigida a un convoy policial iraquí explosionó cerca de la plaza Beirut al noreste de Bagdad.
Un ataque contra un punto de revisión que administran las fuerzas del Ministerio del Interior en la plaza Tayaran al centro de Bagdad mató a dos e hirió a cinco. Las identidades de las víctimas no estaban claras.
Dos guardaespaldas del ministro de Exteriores iraquí murieron y otros tres resultaron heridos cuando su convoy de vehículos fue impactado por una bomba al costado del camino al norte de Bagdad, dijeron policías y militares.
Enfrentamientos
En la ciudad de Mosul, al norte del país, enfrentamientos entre insurgentes y fuerzas de seguridad iraquíes que luchaban junto a tropas estadounidenses, dejaron un policía muerto e hirieron a otras tres personas, dijeron varias fuentes.
Nadie resultó herido en los ataques del sábado contra los santuarios en el pequeño pueblo de Wajihiya, pero residentes locales expresaron rabia y preocupación porque los milicianos estén intentando crear fricciones dentro de su comunidad -muy típica de la región-, donde conviven sunitas y chiítas.
Dos de los santuarios -en su mayoría edificios de una habitación erigidos junto a tumbas de clérigos notables- honraban a parientes de los dos imanes chiítas conmemorados en la Mezquita Dorada en Samarra, donde un ataque con bomba en febrero desató semanas de intensa violencia comunal.
Residentes de Wajihiya, un pueblo de unos 5.000 habitantes ubicado 30 kilómetros al este de la capital regional Baquba, mostraron a reporteros cinco sitios donde las explosiones ocurridas en la noche destruyeron los santuarios, de los cuales el más notable estaba dedicado a Abdullah bin Ali al- Hadi.
Un sexto santuario explosionó en un campo cercano, dijo la policía.
"Este en un lugar tranquilo. Vivimos en armonía unos con otros (sunitas y chiítas)", dijo el residente local Faez Abbas, de 26 años, agregando que los sunitas también usaban los santuarios para orar -una práctica común en Irak, a pesar de que los santuarios son construidos en su mayoría por chiítas.
Oficiales iraquíes y estadounidenses han dicho que el líder de Al Qaeda en Irak, Abu Musab Al Zarqawi, estaba atacando a la mayoría chiíta para provocar actos de venganza contra la minoría sunita y ocasionar una guerra civil.