WHITE PLAINS, Estados Unidos.- Un cirujano del corazón tuvo que interrumpir por casi media hora una operación que realizaba en El Salvador para donar su propia sangre, de un tipo bastante inusual, a un paciente de ocho años.
El doctor Samuel Weinstein dijo que le sacaron sangre, comió algo, volvió a la sala de operaciones y vio como su sangre ayudaba al niño Francisco Calderón Anthony Fernández, de San Salvador, a sobrevivir a la compleja cirugía.
"Fue un poco surrealista", expresó Weinstein en entrevista telefónica con la AP desde el Hospital de Niños Montefiore de Nueva York, donde es jefe de cirugía pediátrica cardio-torácica.
El médico de 43 años había viajado como parte de una misión de caridad de Heart Care International para realizar la cirugía en el Hospital Bloom Hospital de San Salvador.
En la operación del 11 de mayo, que había comenzado 12 horas antes, la válvula de la aorta del niño fue reemplazada con su válvula pulmonar, y ésta a su vez con una válvula artificial.
"La cirugía iba bien, todo estaba saliendo muy bien, pero él estaba sangrando mucho y (en el hospital) no tenían muchas medicinas que pudiéramos usar para frenar el sangrado", explicó Weinstein.
Se estaban quedando sin sangre para darle al niño, dijo Weinstein. Cuando preguntó el tipo de sangre del niño, descubrió que era B-negativo.
Weinstein dijo había donado anteriormente sangre, "pero nunca antes así", y señaló que la interrupción de la operación duró unos 20 minutos.
La Cruz Roja estadounidense sostiene que sólo el 2% de la población tiene sangre B-negativo. Sólo el tipo AB-negativo es más inusual.
Al paciente le quitaron al día siguiente la sonda que le habían colocado para ayudarle artificialmente a respirar. Desde entonces fue dado de alta del hospital, dijo Weinstein.