SYDNEY, Australia.- El Presidente de Timor Oriental, Xanana Gusmao, anunció hoy la elección de Jose Ramos Horta, premio Nobel de la Paz en 1996, como primer ministro y le encargó restablecer el orden y la estabilidad en el país.
El mandato de Ramos Horta, de 56 años, concluirá en mayo del 2007, cuando está previsto que se celebren elecciones parlamentarias de las que debe nacer un nuevo gobierno.
En una breve rueda de prensa en Dili, Gusmao también anunció que "Estanislau da Silva será viceprimer ministro primero y Rui Araujo viceprimer ministro segundo", según el canal australiano "National Nine News".
Da Silva tenía la cartera de Agricultura y Araujo dirigía el Ministerio de Sanidad,
El mandatario timorense indicó que esperaba que el nuevo jefe del Ejecutivo se reuniría con sus subordinados para formar gobierno "hoy, mañana o al día siguiente".
Los nombramientos son fruto de numerosas y difíciles negociaciones mantenidas entre Gusmao y el Frente Revolucionario para la Independencia de Timor Oriental (Fretilin), el partido político de Alkatiri y vencedor de las últimas elecciones.
Aunque la actual crisis en Timor Oriental tiene raíces profundas, el desencadenante fue la expulsión de 591 militares del Ejército en febrero por insubordinación.
Los expulsados denunciaron nepotismos y abusos en el cuerpo castrense y comenzaron una ola de manifestación que acabó por tornarse violenta y abrir una crisis política peligrosa.
En mayo, las autoridades timorenses pidieron una fuerza internacional para restablecer el orden y lograr que los militares expulsados entregaran las armas y depusieran su protesta.
Estos ya no se conformaban con que les devolvieran sus puestos, sino que querían la dimisión de Alkatiri, al que culpaban de todo lo ocurrido.
El despliegue de militares australianos, malasios, neozelandeses y portugueses permitió reabrir el aeropuerto de Dili y garantizar el funcionamiento del gobierno, pero no acabó con la crisis ni sofocó por completo la violencia, que ya se cobraba unas 30 vidas humanas y a la que se habían sumado grupos civiles armados.
Se destituyó a los ministros de Defensa e Interior, pero los cambios no apaciguaron la situación y comenzaron a alternarse las manifestaciones en contra y a favor de Alkatiri.
El 25 de junio, Ramos Horta dimitió como ministro de Asuntos Exteriores y de la recién recibida cartera de Defensa y al día siguiente Alkatiri cedió la jefatura del Gobierno.
Gusmao, quien había llegado a decir unos días antes que dimitiría si Alkatiri no renunciaba, prometió formar un gobierno provisional lo antes posible.
Ramos Horta, cuya rivalidad con Alkatiri es del conocimiento público entre los timorenses, se dio a conocer a la comunidad internacional tras asumir la jefatura de la resistencia timorés en el exterior contra la ocupación indonesia.
Indonesia invadió militarmente Timor Oriental en diciembre de 1975, al mes siguiente de que Portugal abandonara la administración del territorio.
El trabajo de Ramos Horta en ese puesto, a las ordenes de Gusmao, quien dirigía la lucha en el interior, le valió en 1996 el Nobel de la Paz, que compartió con el entonces obispo de Dili, Ximenes Belo.
A diferencia de Gusmao y Ramos Horta, Alkatiri se pasó todos los años de la ocupación indonesia en Mozambique y Angola dedicado a la abogacía.
Indonesia renunció a la soberanía de Timor Oriental en octubre de 1999 y la ONU se encargó de administrar el territorio hasta su independencia, en mayo del 2002.
Durante la transición, Gusmao, considerado un héroe nacional, ganó sin competencia las elecciones presidenciales; y Alkatiri, con su Fretilin, las parlamentarias.
Ramos Horta, dada su experiencia anterior y el reconocimiento que tiene en la comunidad internacional, recibió la cartera de Asuntos Exteriores en el primer gobierno de la nueva nación.
Ahora, mientras que Ramos Horta acomete la difícil misión de reconciliar a los timorenses en menos de un año, para las elecciones, Alkatiri deberá responder ante la justicia de su país de formar milicias armadas para destruir a la oposición, acusación de la que se declara inocente.