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BEIRUT/JERUSALÉN.- Israel atacó hoy numerosos objetivos en el Líbano, entre ellos el aeropuerto internacional de Beirut, que ha quedado cerrado al tráfico aéreo, e impuso el bloqueo en las aguas territoriales libanesas.
Mientras, la milicia libanesa Hezbollá lanzaba decenas de cohetes contra el norte israelí.
Al menos 28 personas, entre ellos 10 menores, han muerto y 50 han resultado heridas por los ataques lanzados en las últimas horas por el Ejército israelí en varias regiones libanesas, mientras una mujer murió y unas 30 personas resultaron heridas en Naharía.
La población de Naharia, situada a unos 10 kilómetros de la frontera con Líbano, la está abandonando en masa a causa de los cohetes disparados por Hezbollá en una espiral de violencia desatada después de que la milicia capturase ayer a dos soldados israelíes y matase a otros ocho en el sur del Líbano.
Al alba, helicópteros israelíes bombardearon localidades situadas al norte de la ciudad portuaria de Tiro, mientras que se registraron más ataques en la región sureña de Nabatieh.
Los ataques destruyeron al menos diez puentes que unen el sur con el resto del país, además de dañar otras infraestructuras como el aeropuerto de Beirut y la sede de la televisión de Hezbollá, Al Manar, en los suburbios del sur de la capital libanesa, que sin embargo siguió transmitiendo con normalidad.
Los bombardeos sí lograron paralizar el aeropuerto internacional de Beirut, Rafic Hariri, cuyo tráfico aéreo fue desviado a otros aeródromos de la zona, como Larnaca, después de que resultasen dañadas varias pistas.
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Amenaza
Un portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes confirmó que el ataque se realizó porque "el aeropuerto era utilizado como centro estratégico para la transferencia de armas y otros avituallamientos a Hezbollá", el mismo argumento utilizado para justificar el bloqueo por mar.
El último ataque ocurrió hacia las 9.00 hora local (6.00 GMT) y tuvo como blanco la aldea de Bawadi, cerca de la ciudad de Baalbek, donde ha quedado dañada una meza chií.
Por su parte, Hezbollá confirmó que en respuesta al ataque a aeropuerto de Beirut había disparado varios cohetes, al menos 60, contra varios objetivos en el norte de Israel.
Uno de los proyectiles impactó a primeras horas de la mañana en un edificio de Naharía, provocando la muerte de la argentina Mónica Saidman, de 47 años y desde hace tres residente en la zona, que en ese momento se encontraba en una terraza del inmueble.
Además, unas 30 personas han resultado heridas de diversa consideración, entre ellas una que se encuentra en estado crítico.
El Ejército israelí ha definido una zona fronteriza de unos 30 kilómetros -desde el norte de Israel hasta la localidad de San Juan Acre- como "zona probable de caída de cohetes" durante la jornada.
Fuentes militares no descartan que Hezbollá utilice cohetes de mayor alcance que puedan llegar a ciudades mucho más al sur de ese radio, como Haifa o Natania.
