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39 víctimas fatales tras violenta jornada en Líbano

Los demoledores bombardeos israelíes y los ataques con cohetes de Hezbollá contra Israel siguieron en la jornada, pese a los llamados a la calma de distintos países y organizaciones internacionales.

15 de Julio de 2006 | 20:11 | AFP

Los ataques sobre Beirut no cesaron en esta jornada.
BEIRUT.- Unas 39 personas murieron este sábado en los bombardeos de Israel contra Líbano, entre ellos 18 civiles, la mitad de ellos niños, que perecieron quemados en el cuarto día de la ofensiva hebrea contra Hezbollá, que a su vez atacó con cohetes ciudades del norte israelí.

Un centenar de libaneses, en su gran mayoría civiles, han muerto ya desde el comienzo de la ofensiva israelí, el pasado miércoles, tras la captura por Hezbollá de dos soldados hebreos en la frontera israelí-libanesa.

Entre las 39 personas muertas este sábado hay un soldado libanés, precisó la policía, mientras fuentes hospitalarias y de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas (FINUL) indicaron que, en un sólo bombardeo israelí lanzado en la región de Tiro, en el sur del Líbano, murieron quemados 18 civiles.

Las víctimas de este ataque intentaban huir de la región a bordo de una camioneta, que recibió de lleno un misil.

El ejército israelí "lamentó" poco después la muerte de civiles en su ofensiva, pero responsabilizó de ello a Hezbollá, diciendo que el objetivo de su ataque aéreo en la zona de Tiro era una base "de lanzamiento de cohetes" del grupo radical chiita libanés.

Los demoledores bombardeos israelíes y los ataques con cohetes de Hezbollá contra Israel siguieron en la jornada, pese a los llamados a la calma de distintos países y organizaciones internacionales.

El Primer Ministro libanés, Fuad Siniora, pidió "un alto el fuego inmediato y global en Líbano bajo la égida de la ONU" y acusó a Israel "de castigar de forma colectiva" a su país, durante una alocución por televisión.

"Lo que se está produciendo es mucho más que el pseudo problema de un intercambio de prisioneros", dijo, refiriéndose a eventuales negociaciones entre Israel y Hezbollá, que el pasado miércoles capturó a dos soldados israelíes y que dice estar dispuesto a liberarlos sólo a cambio de prisioneros libaneses y árabes que se hallan en las cárceles israelíes.

Dirigiéndose aparentemente a Hezbollá, el Premier dijo que su gobierno es "el único que puede decidir en materia de paz o de guerra", luego que el jefe del grupo prometiera el viernes una "guerra abierta" a Israel.

Para terminar con el conflicto, Israel exigió que Hezbollá se repliegue al norte del río Litani, que entregue al ejército libanés su arsenal de cohetes y que ese ejército se despliegue a lo largo de la frontera israelí-libanesa.

Hezbollá demostró su poderío al atacar e incendiar en la madrugada de este sabado a un barco de guerra israelí y al reivindicar hoy el bombardeo con cohetes de la ciudad israelí de Tiberíades.

Otra decena de proyectiles lanzados desde el sur del Líbano también golpearon el norte de Israel, en particular a la ciudad costera de Nahariya.

Dos israelíes murieron el viernes por esos bombardeos, con lo que ya son cuatro los civiles israelíes muertos en esos ataques desde el miércoles.

En la jornada del sábado, tres marinos israelíes seguían con paradero desconocido tras el ataque de Hezbollá contra su buque, mientras que el cadáver del cuarto fue encontrado frente a las costas del sur de Líbano.

Los cazabombarderos israelíes volvieron a dañar el aeropuerto de Beirut y también todos los radares costeros en Líbano, en una serie de ataques lanzados hoy, anunció el general Gadi Azincot, jefe de la operación.

Azincot indicó que sus fuerzas armadas destruyeron seis bases de Hezbollá en el sur de Beirut. El general subrayó que las bases de lanzamiento de misiles Katiusha fueron "enteramente destruidas".

En el sur del Líbano, la ofensiva israelí llevó a miles de habitantes a dejar sus hogares en poblados fronterizos que sirven de santuario para Hezbollá.

La mayoría de ellos abandonaron los poblados tras un ultimátum lanzado por Israel y comunicado por altoparlantes.

Reclamos internacionales

En este marco, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió el viernes pero no reclamó un cese del fuego, como pedía Líbano.

Los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes condenaron la ofensiva israelí, indicaron que el proceso de paz en Medio Oriente está "muerto" y pidieron la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU.

El Presidente estadounidense, George W. Bush, exigió en tanto a Hezbollá que deponga el uso de las armas y ponga fin a sus ataques contra Israel. Asimismo, urgió a Siria a "ejercer su influencia" en las milicias libanesas para convencerlas de que detengan sus operaciones contra el Estado hebreo.

El mandatario ruso, Vladimir Putin, por su parte, llamó este sábado al mundo a hacer el "máximo esfuerzo" para disminuir las tensiones en el Medio Oriente, y agregó que "no se han agotado todos los medios".
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