BEIRUT.- Hezbollá provocó hoy fuertes bajas a la fuerza israelí que por cuarto día luchaba por tomar una población crucial en una cima del sur del Líbano. De esta manera queda de manifiesto que Israel ha enfrentado una resistencia más encarnizada de lo previsto al avanzar en su campaña contra la milicia islámica.
El ejército de Israel sólo confirmó ocho soldados muertos y 22 heridos este miércoles en Bint Jbail. Pero también fueron reportados otros muertos en la cercana población de Maroun Al Ras, donde se produjo una lucha encarnizada con los guerrilleros de Hezbollá.
El movimiento chiita dijo que sus guerrilleros emboscaron a una unidad israelí desde tres lados cuando intentaba avanzar desde una elevación en las afueras del pueblo.
"Los cuerpos de los soldados estaban en tierra entre los vehículos destruidos y en llamas", dijo la televisora Al Manar de Hezbolá.
A pesar de dos semanas de bombardeos israelíes a emplazamientos de lanzacohetes de Hezbollá, los guerrilleros dispararon una de sus mayores andanadas al norte de Israel, con 119 cohetes que causaron decenas de heridos y daños a la propiedad.
Por su parte, fuentes oficiales libanesas confirmaron que cuatro observadores de la ONU murieron cuando un ataque aéreo israelí alcanzó su puesto la noche anterior. Tres cuerpos fueron recuperados y aún se trataba de llegar al cuarto entre los escombros, dijo la fuerza de la ONU.
El objetivo de Israel es crear una franja de dos kilómetros de ancho en el sur del Líbano que quede libre de guerrilleros de Hezbollá, dijo en Jerusalén el Primer Ministro israelí Ehud Olmert, descartando la ocupación de un territorio mayor.
En Jerusalén, el jefe del mando norte del ejército israelí, mayor general Udi Adam, aseguró que "los combates durarán varias semanas más, y en semanas podremos (declarar) la victoria".
En Roma, representantes estadounidenses, árabes y europeos no lograban hoy ponerse de acuerdo sobre las condiciones para un cese del fuego que ponga fin a 15 días de combates entre Israel y Hezbollá.
"Zona de seguridad"
Olmert indicó por primera vez las dimensiones de la nueva "zona de seguridad" que pretende Israel, en una reunión a puertas cerradas de las comisiones de Defensa y Asuntos Exteriores del parlamento, según declaraciones posteriores a la prensa de algunos participantes.
El ministro de Defensa israelí Amir Peretz planteó la idea de esa zona de seguridad el martes, pero no aclaró si soldados israelíes la patrullarían o tratarían de mantener alejado a Hezbollá mediante fuego de artillería y bombardeos aéreos.
Soldados israelíes patrullaron una "zona de seguridad" mucho más grande durante los 18 años de la ocupación del sur del Líbano, pero Olmert indicó que la nueva zona sería distinta.
"No tenemos la intención de regresar a la zona de seguridad sino de crear una zona donde no estará Hezbollá", dijo según los informantes.
Olmert reiteró el llamado a que una fuerza internacional poderosa ocupe la frontera entre los dos países, en lugar de la fuerza de la ONU que no ha logrado impedir la violencia.
Desde que comenzaron los combates, por lo menos 422 personas, en su mayoría civiles, han muerto en Líbano según el Ministerio de Salud. Se ha confirmado la muerte de por lo menos 42 israelíes, entre ellos 24 militares, según las autoridades.
La Canciller israelí Tzipi Livni pidió a la comunidad internacional que muestre solidaridad con Israel en su lucha contra Hezbollá.
Livni dijo que la comunidad internacional debe "ponerse en el lugar de Israel" y ayudar a detener los ataques, y sostuvo que Hezbollá aprovecha la debilidad del gobierno libanés para atacar a Israel desde ese país.