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Bush insta a los cubanos a actuar "por un cambio democrático en su isla"

El Mandatario aseguró que "Estados Unidos está observando de cerca la situación en Cuba después del anuncio del traspaso del poder", y agregó que su país tiene un "compromiso absoluto" en apoyar "las aspiraciones del pueblo de Cuba a la democracia y la libertad".

03 de Agosto de 2006 | 17:12 | Agencias
WASHINGTON.- El Presidente George W. Bush dejó hoy de lado su cautela ante la transferencia del poder en Cuba y alentó a los disidentes en la isla a levantarse contra Raúl Castro y presionar por una transición hacia la democracia.

El Mandatario aseguró que "Estados Unidos está observando de cerca la situación en Cuba después del anuncio del traspaso del poder", y agregó que su país tiene un "compromiso absoluto" en apoyar "las aspiraciones del pueblo de Cuba a la democracia y la libertad" si se produce un proceso de transición en ese país.

"Insto a los cubanos a actuar por un cambio democrático en su isla", afirmó el Presidente norteamericano en una declaración dada a conocer tras un discurso sobre la reforma migratoria en Mission y justo antes de iniciar sus vacaciones en su rancho de Crawford.

"Los vamos a apoyar en sus esfuerzos por crear un gobierno de transición en Cuba comprometida con la democracia y vamos a tomar nota de quienes obstruyan su deseo de una Cuba libre desde el régimen actual", agregó Bush hablando directamente al pueblo cubano.

Se trata de la primera reacción directa del Mandatario norteamericano ante la enfermedad del líder cubano, Fidel Castro, que el lunes transfirió el poder de modo provisional a su hermano Raúl tras haber sido sometido a una operación por sangrado intestinal.

Momentos antes, a través de un comunicado divulgado en Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack dijo que "alentamos al pueblo cubano a trabajar por la causa" de una "transición genuina" hacia la democracia.

"La imposición de Raúl Castro niega al pueblo cubano su derecho de elegir libremente su gobierno", argumentó, y aseguró a los disidentes en la isla que si logran generar una apertura política, Washington está preparado para desembolsar cantidades "sustanciales" de asistencia.

De esta manera, la administración Bush dejó de lado la cautela con que había reaccionado el martes y el miércoles ante la operación quirúrgica a la que se sometió Fidel Castro, y urgió a los cubanos a aprovechar la situación para provocar la caída del gobierno.

Disidencia cubana no quiere intervención

Líderes de la disidencia cubana habían advertido a Washington en contra de hacer un llamado de este tipo. Uno de ellos fue Oswaldo Payá, el líder del "Proyecto Varela" que juntó firmas en la isla para una solicitud de apertura democrática.

"El mensaje de Estados Unidos debería ser ratificar que no hay tal cosa como una amenaza estadounidense a Cuba, que no hay intención de intervenir. Deberían decir (que) el proceso cubano debe ser exclusivamente definido por el pueblo cubano", dijo Payá en una entrevista que publicó hoy "The Miami Herald" en su página web.

"Estados Unidos, que yo creo que tiene buenas intenciones, debería darse cuenta que el liderazgo en el cambio en Cuba no les pertenece", agregó Payá en la entrevista, hecha por el columnista Andrés Oppenheimer.

Payá incluso criticó el reporte del mes pasado de la Comisión para la Asistencia de una Cuba Libre, que propuso una estrategia para "acelerar la caída de Castro" y un plan para implementar cuando comenzara esa apertura.

"Crear una comisión que tiene un programa que define lo que debe pasar en Cuba no es el rol de Estados Unidos. Lo que Estados Unidos debe hacer es esperar que el pueblo cubano pida la ayuda que estime necesaria, de la manera que la estime necesaria", dijo Payá.

A pesar de este tipo de advertencias, Washington decidió urgir hoy a la disidencia cubana a levantarse contra el gobierno interino de Raúl Castro, después de tres días de análisis y de una reunión en la Casa Blanca el miércoles donde se habló exclusivamente sobre Cuba.

En esa reunión participaron jerarcas del Consejo de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado, legisladores cubano-americanos de Florida como Ileana Ros-Lehtinen, Mario y Lincoln Díaz-Balart y Mel Martinez, e incluso legisladores demócratas como Bob Menéndez y Bill Nelson.

Aunque lo que se habló en esa reunión permanece en secreto, jerarcas de la administración Bush aseguraron al "Miami Herald" que se están tomando medidas frente a lo que ocurre en Cuba.

"El mandato del Presidente (George W. Bush) es que nos mantengamos concentrados en ayudar al pueblo cubano a hacer una transición a la democracia. En ese objetivo es donde se están moviendo las ruedas del gobierno", dijo la fuente del Herald bajo condición de anonimato.

Todos los representantes y un tercio de los senadores del Congreso federal de Estados Unidos se juegan la reelección en los comicios de noviembre, y para poder ganar los legisladores de Florida necesitan el apoyo de la numerosa comunidad cubano-americana, fuertemente anti castrista.