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BOGOTÁ.- El Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, asumió este lunes su segundo período de Gobierno en un sobrio acto en la sede del Congreso, ante el que juró cumplir con la ley y la Constitución, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
"Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia", dijo el Mandatario ante la presidenta del Congreso, Dilian Francisca Toro, quien le tomó la promesa y le impuso la banda presidencial.
Uribe, un abogado de 54 años, comienza su segundo período de Gobierno con el desafío de mantener su política de seguridad y el crecimiento económico, principales logros de su primer ejercicio que le permitieron ganar su reelección en mayo.
La ceremonia se desarrolló en Bogotá en medio de un espectacular dispositivo de seguridad que incluyó unos 30.000 hombres del Ejército y la Policía, apoyados por 17 helicópteros para evitar atentados terroristas.
El deseo de paz
En su discurso, el Mandatario que ha logrado reducir los niveles de homicidios y secuestros a los niveles más bajos de los últimos 20 años y que contuvo a la guerrilla, dijo que está dispuesto a negociar con los grupos armados ilegales, pero advirtió que sin permitir una "paz engañosa", y les reclamó "hechos irreversibles" como condición para abrir un diálogo.
"Nunca permitiremos la paz engañosa que cualquiera quiera asegurar basado en la capacidad criminal, que le permita torcer la voluntad democrática", dijo el Mandatario.
Uribe, que se abstuvo en su discurso inaugural de aludir específicamente a cualquiera de los grupos armados, les pidió hechos de paz que demuestren su voluntad de conseguirla.
"Reitero nuestra voluntad de lograr la paz, para lo cual únicamente pedimos hechos. Hechos también irreversibles que expresen el designio de conseguirla", puntualizó.
"No nos frena el miedo para negociar la paz. Confieso que me preocupa algo diferente: el riesgo de no llegar a la paz y retroceder en seguridad", agregó Uribe.
La ausencia de importantes jefes de Estado
Un total de 11 presidentes, 4 vicepresidentes y delegaciones de 20 países de América Latina asistieron a la ceremonia que se realizó en el Congreso y luego en la plaza de Bolívar y la Casa de Nariño (sede presidencial) en el casco histórico de Bogotá.
Pero entre ellos no se encontraban los mandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula; de Argentina, Néstor Kichner, ni el de México, Vicente Fox, quienes se excusaron de asistir.
Tampoco estuvo el Presidente venezolano, Hugo Chávez, quien a pesar de representar las tendencias de izquierda que predominan entre los gobiernos de América Latina, ha mantenido una tensa pero cordial relación con Uribe.
Uribe inició su jornada asistiendo a misa en el templo del Niño Jesús, uno de los santuarios católicos más representativos de Colombia en una barriada popular en el sur de Bogotá.
Luego, dio posesión a su nueva canciller, María Consuelo Araujo, y recibió en la sede presidencial a algunos de los invitados especiales como el príncipe Felipe de España y el Presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Al mediodía recibió a los demás mandatarios para un almuerzo protocolar con todas las delegaciones.