SAO PAULO.- La justicia brasileña condenó hoy a 38 años de cárcel a una mujer acusada de torturar y asesinar a golpes a una menor de 11 años que trabajaba en su casa como niñera, crimen por el que también es procesado su esposo.
Un jurado popular de Belén, capital del estado amazónico de Pará, consideró a Roberta Sandreli Rolim culpable del asesinato, ocurrido en esa misma ciudad el 12 de noviembre de 2005, y el juez del caso le impuso la condena de 38 años.
La mujer tendrá sin embargo derecho a un nuevo juicio debido a que la pena impuesta por uno de los delitos superó los 20 años de cárcel, lo que no es permitido por la legislación penal brasileña.
Sandreli fue condenada a 30 años de cárcel por el delito de homicidio calificado y a otros ocho años por detención ilegal.
El jurado, que la declaró culpable por seis votos a uno, acató la tesis de los fiscales de que la mujer fue cómplice de su marido, Ronilvado Guimaraes, en el brutal asesinato de la niña Marielma de Jesus Sampaio, con "perversidad y salvajismo".
La niña era la encargada de cuidar el bebé de la pareja, de un año de edad, y había sido reclutada en una comunidad pobre del interior de Pará con la promesa de darle educación y abrigo.
Según un informe del Instituto Médico Legal de Belén, la niña murió tras una fuerte paliza. El cuerpo presentaba doce costillas quebradas y quemaduras de cigarros y planchas de ropa.
La autopsia también reveló el desprendimiento de las vísceras y fractura craneana a causa de los golpes, así como señales de violencia sexual.
Los abogados de Guimaraes presentaron un certificado médico según el cual su cliente no puede ser juzgado porque sufre de esquizofrenia pero la justicia ordenó que el acusado sea sometido a pruebas siquiátricas en Sao Paulo para establecer la veracidad de esa tesis.
Sandreli y Guimaraes, que ya no son pareja, se acusan mutuamente de la autoría del crimen.