LONDRES.- La policía británica obtuvo hoy un permiso judicial para prolongar hasta la próxima semana la detención de 23 de los 24 sospechosos en relación con el abortado complot terrorista para derribar aviones en ruta entre Reino Unido y Estados Unidos.
Así, la brigada antiterrorista de Scotland Yard podrá interrogar a 21 sospechosos hasta el próximo miércoles, mientras que los dos detenidos restantes podrán ser retenidos por la policía hasta el próximo lunes.
Un vigésimo cuarto presunto terrorista arrestado el pasado martes en Thames Valley, cerca de Londres, seguirá bajo custodia policial hasta que su detención requiera, si las fuerzas del orden lo creen oportuno, una nueva orden judicial para extender su arresto.
Los abogados de Scotland Yard comparecieron por video conferencia ante un tribunal londinense para aportar pruebas que justifiquen la prórroga, que puede alargarse, previo permiso judicial, un máximo de 28 días desde el arresto, según la legislación británica.
Una vez que transcurra ese tiempo, la policía deben acusar a los sospechosos o dejarlos en libertad.
De las 24 personas detenidas actualmente, 23 fueron arrestadas el pasado jueves 10, cuando la policía anunció que había desarticulado la trama terrorista, en tanto que otro sospechoso fue puesto en libertad sin cargos el pasado viernes.
Todos los supuestos terroristas están detenidos en aplicación de las leyes antiterroristas británicas bajo sospecha de preparación, instigación o comisión de actos terroristas.
La policía interroga a los sospechosos en relación con un presunto plan terrorista para hacer estallar, supuestamente con explosivos líquidos ocultos en el equipaje de mano, hasta diez aviones que iban a partir del Reino Unido con rumbo a Estados Unidos.
Los presuntos terroristas fueron detenidos en Londres y su área metropolitana, en Birmingham y en el condado de Buckinghamshire, a las afueras de la capital.
Hasta ahora, Scotland Yard ha practicado 46 registros -22 de los cuales aún siguen en curso- en domicilios particulares e inmuebles comerciales de Londres, Thames Valley y la región de West Midlands (centro de Inglaterra) en conexión con la trama.
Veinte vehículos también han sido inspeccionados, toda vez que los agentes han rastreado un bosque en High Wycombe (Buckinghamshire) en busca de pruebas relacionadas con el complot, como detonadores y explosivos.
La operación policial provocó un caos en los aeropuertos del Reino Unido, que han cancelado más de mil vuelos desde el pasado jueves por los estrictos controles de seguridad y la prohibición inicial, ya levantada, de subir equipaje de mano a los aviones.
