 Gustavo, hijo del difunto Alfredo Stroessner, lleva el ataúd de su padre durante el sepelio de hoy en Brasilia. (Foto: Reuters) |
BRASILIA.- Los restos del ex dictador paraguayo Alfredo Stroessner, rector supremo de su país durante 34 años, fueron sepultados este jueves en el cementerio principal de Brasilia, hasta donde fue acompañado por medio centenar de familiares y amigos dolientes.
El cadáver del ex general fue vestido con traje azul de civil, camisa blanca, y la insignia del Partido Colorado en el ojal, según la descripción de uno de sus parientes. Sobre el ataúd lucían dos banderas vistosas: la de Paraguay azul y blanco y la del Partido Colorado, con el cual Stroessner gobernó hasta 1989, cuando un golpe militar lo depuso y lo forzó al exilio en esta capital.
De la residencia del Lago Sur de Brasilia, uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, salió el ataúd cargado por su hijo Gustavo y su nieto mayor, Gustavo Alfredo. Detrás, cada uno con una rosa carmesí en las manos, caminaban nueve de sus nietos, vestidas de negro combinado con camisa blanca. Siete de los nueve bisnietos del general, quien murió el miércoles a los 93 años, también formaban el cortejo.
En el momento de partir hacia el cementerio, se alinearon cinco vehículos a los que subieron todos los integrantes del reducido grupo que vino a Brasilia desde Paraguay para el velorio y los funerales. Su hija Graciela, junto a su hermano Gustavo, se ubicaron en el vehículo que encabezó la marcha al camposanto.
El entierro de los restos del ex hombre fuerte de Paraguay ocurrió a la hora prevista, como epílogo de una de las decisiones mas prolongadas cuyos detalles fueron mantenidos en sigilosa reserva.
El episodio fue comparado al mundo de secreto y sigilo que a menudo caracterizó algunas de las decisiones del ex dictador durante su prolongado mandato.
La voz oficial sobre el entierro la dio el abogado del ex dictador y uno de los ex colaboradores de su gobierno.
"Va a ser hecho en Brasilia. A las cuatro de la tarde", dijo el ex ministro de Obras Públicas Jose Alberto Planás, al salir de la residencia donde fueron velados los restos del ex dictador. "Más adelante, en dos o seis meses más, nadie sabe, será llegado a Paraguay", agregó.
Sin honores en Paraguay
En Paraguay el gobierno había dicho que no se le rendirían honores.
El nieto del ex dictador, Alfredo Gustavo Domínguez Stroessner, confirmó poco después que la familia había decido realizar el entierro en esta capital. La razón para realizar el acto en Brasilia "es una razón muy privada y muy familiar. Desearía reservarme la respuesta", dijo.
Temprano en la mañana del jueves, viejos amigos del fallecido ex dictador habían llegado a la residencia desde la capital paraguaya para dar tributo al ex general.
El párroco Abdón Guimaraes, de la parroquia del barrio, ofició una misa en la mañana y leyó el Evangelio de San Juan, en el pasaje cuando Jesús se despide de sus Apóstoles.
Hasta ese momento, casi 24 horas después de su muerte ocurrida el miércoles, nadie sabía a ciencia cierta si los restos del hombre que manejó los destinos de Paraguay con mano inflexible durante 34 años se quedarían en Brasilia, donde vivió exiliado desde 1989.
El ex dictador murió por un colapso de sus órganos vitales seguido por un paro cardiaco. Estaba internado en el hospital Santa Luzia, de Brasilia, desde el 29 de julio, cuando fue operado de dos hernias.