Conmovedora historia. (Foto: AP). |
CHICAGO.- Una familia latina y otra estadounidense descubrieron a través de internet que las niñas chinas que adoptaron hace dos años en diferentes circunstancias y bautizaron casualmente como Mia son probablemente hermanas mellizas.
"Estoy impactada", exclamó Diana Ramírez sobre las pruebas genéticas que parecen demostrar el parentesco entre las dos niñas, que fueron abandonadas con una semana diferencia en una misma acera cercana a una fábrica textil en la localidad china de Yangzhou.
La enorme distancia entre la ciudad de Miami donde vive la familia Ramírez en el sur de Estados Unidos y la metrópoli norteña de Chicago donde radica la familia Funk conspiraba para un eventual reencuentro de las niñas, ahora de tres años, pero la internet hizo el "milagro".
Las madres de las niñas — Holly Funk y Diana Ramírez — coincidieron circunstancialmente en un portal de internet para padres que han tramitado adopciones internacionales. Luego de una andanada de correos electrónicos para comparar fotografías y detalles biográficos, llegaron a las pruebas genéticas que demostraron las sospechas de las familias: las niñas son probablemente hermanas mellizas.
El primer encuentro de las niñas ocurrió el viernes en el aeropuerto internacional de O’Hare en Chicago. Mia Diamond Funk y Mia Hanying Ramírez se contemplaron con detenimiento y luego se estrecharon las manos.
"Simplemente estoy emocionada", dijo Holly Funk. "Es un milagro. En el mar de la humanidad, estas niñas se encuentran", manifestó.
Las pruebas con ADN establecieron un 85% de probabilidad de que las niñas sean al menos hermanastras. El personal del laboratorio que hizo los exámenes no tuvo a la mano a un padre biológico que permitiera una mayor certeza. Pero ante sus edades y similitud física, los expertos consideran posible que sean hermanas mellizas.
Holly y su esposo Douglas esperan llevar a su Mia a Miami en octubre para visitar a Diana y Carlos Ramírez. Los Ramírez tienen dos hijos de 10 y 13 años. La familia Funk consiste de cinco hijos biológicos y un niño de cuatro años adoptado en Taiwán.
