WASHINGTON.- La depresión tropical "Ernesto", continuó hoy su avance hacia el noreste del país tras dejar una estela de apagones e inundaciones en los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Virginia, Maryland y Washington.
Según la cadena de televisión CNN, la tormenta que a comienzos de la semana alcanzó brevemente categoría uno como huracán, pasó por Haití, Cuba y el sur de la Florida, y ha causado al menos cuatro muertos.
El ciclón, que se convirtió en depresión tropical tras entrar al continente, amenaza ahora a los estados de Pensilvania, Delaware, Nueva Jersey y Nueva York, señaló el Servicio Meteorológico Nacional.
Añadió que en esos estados llueve intensamente, pero la precipitación pluvial y los vientos podrían ser menores de lo que se temía debido a su debilitamiento.
No obstante, el servicio meteorológico emitió avisos de inundaciones repentinas en varios sectores de Pensilvania, Nueva Jersey y Nueva York.
"El mayor peligro está representado por la lluvia que probablemente cause inundaciones en toda la región en los próximos dos días", dijo una fuente del Servicio Meteorológico.
El ojo de "Ernesto" se abatió a la medianoche del jueves por la costa central de Carolina del Norte con lluvias torrenciales y vientos de hasta 100 kilómetros por hora.
La tormenta derribó árboles, causó inundaciones y cortó caminos en gran parte del litoral del estado y planteó el peligro de que uno de sus ríos rompa su cauce durante el fin de semana.
Sin embargo, el gobernador Mike Easley, que declaró el estado de emergencia el jueves, dijo hoy que la situación estaba lejos de adquirir características catastróficas.
"En general, la evaluación es por el momento cautelosamente optimista", señaló en una conferencia de prensa.
En Virginia, también en estado de emergencia y donde se suspendieron las actividades escolares, la tormenta provocó el corte del suministro de energía eléctrica a unos 300.000 hogares y empresas del estado.
El gobernador de Virginia, Tim Kaine, quien también declaró el estado de emergencia pública, movilizó a la Guardia Nacional y la declaró lista para intervenir en caso de necesidad que hasta ahora no se había presentado.
En Maryland, el gobernador Robert Ehrlich, pidió adelantar el regreso de las vacaciones estivales desde la costa debido a que los vientos podrían superar los 80 kilómetros por hora durante el día.
Esa intensidad obligaría a cerrar algunos puentes, lo que podría causar fuertes congestionamientos de tráfico.
Sin embargo, al anochecer el Servicio Meteorológico señaló que las posibilidades de que los vientos se intensificasen eran escasas debido a que la tormenta se había diluido.
Tras una semana de virtual sequía, las autoridades de Washington tomaron medidas especiales para prevenir la posibilidad de inundaciones en momentos en que la lluvia arreciaba sobre toda la región.
El alcalde de la capital estadounidense, Anthony Williams, declaró también el estado de emergencia el jueves, lo que le permite convocar el servicio de la Guardia Nacional.
Al mismo tiempo, ordenó instalar equipos de bombeo y poner bolsas de arena en zonas bajas y conductos de ventilación de edificios clave de la ciudad.
A comienzos de junio pasado unas lluvias torrenciales causaron el caos en el tráfico de la ciudad al inundar al menos dos estaciones del tren subterráneo urbano.