TOKIO.- Japón puso hoy en acción nuevas sanciones a Corea del Norte por su ensayo nuclear del lunes pasado, con un embargo total a las importaciones procedentes del Estado comunista y la prohibición a sus barcos de fondear en puertos nipones.
Las nuevas sanciones empezaron a aplicarse desde las 00.00 horas de este sábado (15.00 GMT del viernes), sin hacer caso a las amenazas vertidas por Corea del Norte, que prometió a Japón "duras contramedidas" si ponía en marcha ese castigo unilateral.
Tales sanciones se añaden a las impuestas en julio, después de que el día 5 de ese mes Corea del Norte lanzara siete misiles de prueba sobre el Mar del Japón, en un desafío que esta semana superó todos los límites con su primer ensayo nuclear subterráneo.
Las medidas aprobadas ayer y aplicadas desde la medianoche del viernes al sábado durarán de momento seis meses y suponen la prohibición total de las importaciones de productos norcoreanos y de la entrada de navíos de Corea del Norte en puertos nipones.
Entre la tarde del viernes y la noche del sábado, una veintena de barcos norcoreanos abandonaron las ensenadas y puertos nipones rumbo a mar abierto, vigilados muy de cerca por las patrulleras japonesas.
El miércoles pasado entró en vigor la primera de las sanciones niponas derivadas de la prueba nuclear con la prohibición de entrar en este país a cualquier ciudadano de Corea del Norte.
Según el Consejo de Ministros japonés, las importaciones de bienes norcoreanos no superan los 14.540 millones de yenes (unos 123 millones de dólares) y corresponden a alimentos marinos en una tercera parte de esa suma, briquetas de carbón, vegetales y setas.
El Gobierno nipón ha anunciado una serie de compensaciones a las empresas nacionales que negociaban hasta ahora con Corea del Norte para evitar los perjuicios económicos que tendrán las sanciones por la prueba nuclear del lunes.
Así, se apoyará la entrega de créditos especiales y la extensión de los plazos de pago de deudas a esas compañías afectadas por el embargo a Corea del Norte.
Las sanciones impuestas a Corea del Norte están basadas en una normativa que permite prohibir la entrada a determinados buques a puertos nipones y en la ley de Comercio e Intercambio Monetario, revisada en 2004 para permitir a Japón la imposición de sanciones propias.
Japón es el primer país que ha recurrido a estas sanciones unilaterales como castigo contra Corea del Norte por sus últimos pasos en la proliferación nuclear.
La decisión del Gobierno de acelerar la aplicación de estas sanciones tiene que ver con la inminente aprobación hoy por el Consejo de Seguridad de la ONU de un proyecto de resolución presentada por Estados Unidos que demanda enérgicas medidas contra el régimen norcoreano.
Japón ya ha indicado su intención de prestar apoyo logístico a las fuerzas navales norteamericanas a la hora de poner en marcha posibles inspecciones internacionales contra navíos de Corea del Norte si así lo decreta esa resolución del Consejo de Seguridad.
De momento, Tokio considera el suministro de combustible a las cañoneras norteamericanas encargadas de hacer esas inspecciones y el despliegue de más fuerzas militares niponas para proteger las bases norteamericanas estacionadas en Japón.
Según las actuales leyes niponas, las patrulleras y buques de guerra de Japón no pueden efectuar inspecciones de buques de Corea del Norte fuera de aguas japonesas.
Sin embargo, tales normativas quedan en suspenso en aguas cercanas a las costas niponas en las que no está delimitada con precisión la territorialidad.
Esta situación podría llevar a enfrentamientos marítimos con fuerzas navales norcoreanas, de ahí la precaución precisa a la hora de atender a las demandas de apoyo estadounidenses, subrayaron fuentes gubernamentales.
Ayer, el embajador norteamericano en Japón, Thomas Schieffer, afirmó que Estados Unidos confía en una "contribución significativa" de Tokio en caso de que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones internacionales que incluyan esas inspecciones en el mar.
Corea del Norte ya indicó después de producirse la prueba nuclear que considerará como una declaración de guerra la imposición de sanciones a gran escala.
En concreto, en declaraciones a la agencia nipona Kyodo, el embajador norcoreano encargado de las relaciones con Japón, Song Il-ho, dijo que el Gobierno de Corea del Norte responderá con contundencia a las sanciones impuestas por Tokio.
"Tomaremos fuertes contramedidas" y su carácter específico "quedará claro si ustedes siguen atentos. Nosotros no decimos las cosas en vano", afirmó Song.
Song indicó que las medidas adoptadas por Japón "son más graves por su naturaleza", ya que Tokio aún debe responder por su colonización de la península coreana entre 1910 y 1945.