Alarma en Alemania por surgimiento de nueva clase social baja

Berlín, 15 oct (EFE).- La publicación de un estudio sobre la aparición de una nueva clase pobre en Alemania ha desatado la voz de alarma en el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que gobierna en coalición y había encargado la investigación.

Según el estudio de la Fundación Friedrich Ebert -afín al SPD- citado hoy por el dominical "Bild am Sonntag", el ocho por ciento de la población pertenece a esta nueva clase baja.

Esta nueva pobreza es especialmente patente en el este del país, donde un 20 por ciento de los ciudadanos forman parte de ella.

En el oeste, en cambio, sólo un cuatro por ciento de la población pertenecen a este estamento.

Dos terceras partes de esta clase pobre han perdido sus puestos de trabajo, el resto cree que su empleo no es seguro.

La mayoría de estas personas tiene salarios muy bajos, cuando los tiene, muchas deudas, prácticamente ninguna reserva económica, como puede ser una propiedad inmobiliaria, y escaso respaldo familiar.

Los nuevos pobres se sienten "socialmente marginados" y abandonados por el Estado. Muchos de ellos creen que con menos extranjeros en el país, se solucionarían sus problemas, señala el estudio.

El informe ha desatado la alarma en el SPD, cuyo presidente, Kurt Beck, fue el primero hace unos días en hablar de esta nueva "clase baja" y de la necesidad de combatir esta situación.

En una entrevista con la edición dominical del diario "Der Tagesspiegel", el secretario general del SPD, Hubertus Heil, asegura que su partido se ha propuesto luchar contra estos problemas y elaborar una "nueva filosofía" del Estado social.

"La nueva pobreza no sólo es una pobreza material" sino también cultural y educacional; además, se caracteriza por ofrecer menos oportunidades de llevar una vida sana, señala Heil, para quien la clave está en fomentar un "Estado preventivo".

No se trata de que el Estado social se centre simplemente, como en el pasado, en trasferir fondos, sino de crear las condiciones necesarias para prevenir la pobreza, por ejemplo, logrando que las guarderías infantiles sean gratuitas, señala Heil.

Uno de los grandes problemas de la educación alemana es la falta de un tejido que sea gratuito y que, sobre todo, funcione a tiempo completo, de forma que los padres puedan trabajar.

Heil reconoce que en los últimos años se han cometido algunos errores en el sistema social, al permitir, por ejemplo, que en el mercado laboral pueda haber una "explotación" del trabajador.

Como ejemplo cita el caso de guardas de seguridad en el este de Alemania que trabajan por 3,50 euros la hora.

"Por ese motivo, el SPD es partidario de introducir el salario mínimo", sostiene.

En Alemania la negociación de los convenios colectivos es competencia exclusiva de los agentes sociales y por eso no existe el salario mínimo por ley, si bien es algo que discute desde hace tiempo.

Para Ottmar Schreiner, uno de los principales portavoces del ala izquierda del SPD, la nueva pobreza es sobre todo consecuencia de la política de reformas del socialdemócrata Gerhard Schroeder.

"La pobreza y marginación social no nos ha sobrevenido así porque así... son resultado de la política de Gerhard Schroeder", sobre todo de su política de trabajo liberal, afirma Schreiner, quien durante el Gobierno del ex canciller fue uno de sus principales críticos.

Schreiner celebra que su partido se haya percatado por fin de que "hay millones de personas que no logran salir de un sector laboral con salarios paupérrimos".

A juicio de Hubertus Heil, el hecho de que el SPD esté en coalición con los cristianodemócratas no es obstáculo para dar un giro a esta situación. 

"La gran coalición ya ha puesto muchas cosas en marcha: el programa de crecimiento, el dinero para las familias, la reforma del federalismo y la consolidación presupuestaria son algunos de los puntos", dice Heil.