LA PAZ.- Un grupo de reos de cárceles bolivianas se enterró hasta el cuello, se autocrucificó, se cosió los labios y se extrajo sangre en una inusual medida de presión en demanda de flexibilización de las leyes de ejecución de penas y antinarcóticos, informó la televisión local.
La medida fue adoptada por los internos de las cárceles de La Paz y Cochabamba, mientras en otros recintos penitenciarios de Santa Cruz, Sucre y Oruro toma cuerpo una huelga decretada por sus dirigentes.
En la cárcel de mujeres de La Paz algunas internas se extrajeron sangre en jeringillas también en protesta por la desatención de las autoridades.
Sin tomar todavía contacto con los reos, legisladores bolivianos anunciaron que tomarán medidas para intentar aliviar las condiciones de reclusión, fuertemente marcada por el hacinamiento y el retraso de los procesos judiciales.
Según un vocero de los huelguistas en La Paz, Johnny Peralta, convicto por alzamiento armado hace casi una década, la huelga intenta acabar también con el mecanismo de la detención preventiva, pues el 77% de los reos permanecen en las cárceles sin condena.
Entre 50 y 60% de la población penal boliviana, de 15.000 personas, purga sentencias o espera fallos judiciales por delitos de narcotráfico.
