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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 07:27
El Presidente brasileño saluda a sus seguidores, después de votar en Sao Bernardo do Campo.
AFPSAO BERNARDO DO CAMPO, Brasil.- El Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva votó feliz con la perspectiva de su reelección, en Sao Bernardo do Campo en el suburbio industrial de Sao Paulo, donde surgió como líder sindical y creó el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Lula llegó con su comitiva a la escuela Joao Firmino, de Sao Bernardo do Campo, en dos automóviles negros. Entró a votar sin contacto con el público, con su tradicional campera beige acompañado por líderes partidarios y por su esposa Marisa Leticia, que lucía la clásica camiseta roja con distintivos del PT.
Tras sufragar, el Presidente dijo estar "feliz" porque "Brasil determinó una segunda vuelta electoral para poder elegir mejor entre dos candidatos diferentes".
Las encuestas lo dan como probable ganador, con 61% de intenciones de votos válido, con 22 puntos porcentuales de ventaja sobre su rival socialdemócrata, Geraldo Alckmin.
Con una amplia sonrisa, el Presidente de 61 años y su esposa hicieron con los dedos la "L" de Lula, gesto típico de las cinco campañas presidenciales del líder del PT.
"Salgo feliz de esta votación", declaró. "Quiero decir que debo este momento al pueblo brasileño", agregó Lula, quien en la primera vuelta obtuvo 48,6% de los votos contra 41,6% de Alckmin.
La escuela Joao Firmino queda frente a una casa que perteneció a Lula en su juventud y que después vendió a un viejo amigo.
Los curiosos que rondaban el local escolar especulaban que el Presidente pudiera esperar el momento de ir a expresar su voto en su antiguo domicilio, con su ex camarada. Todos observaban con expectativa -pero en vano- la vieja casona a la espera de la salida del hijo pródigo de la ciudad.
La ciudad, en tanto, vivía la jornada electoral como un domingo cualquiera, con poca gente en las calles, que sin embargo demostraba alegría por el reencuentro con el ex obrero metalúrgico ahora Presidente, y por la posibilidad de contribuir a su reelección.
"Yo voy a votar por Lula, todo Sao Bernardo vota por Lula, él es nuestro", dijo Adelaide Santos, un ama de casa de 45 años, mientras se dirigía al local de votación.
En tanto la periodista de 27 años Juliana da Rosa justificaba el ambiente calmo del domingo "por que el brasileño es así". "Esta es la zona más politizada de Brasil", dijo sobre el cinturón industrial de Sao Paulo.
"Hay que votar y hay que votar por Lula, porque si no, nadie hará nada por los pobres", argumentó Juscelino Miranda, jubilado de 62 años, mientras hacía la fila para sufragar en otro local de Sao Bernardo do Campo.
Antonio Paddua, taxista de 48 años, admitió que "Lula ganará", pero advirtió que "después de las elecciones, la oposición le va a hacer la vida imposible".
