MADRID.- La Justicia española condenó hoy a 12 años y seis meses de prisión por amenazas terroristas al miembro de ETA Juan Ignacio de Juan Chaos cuando se disponía a abandonar la prisión tras extinguirse, por las redenciones de pena previstas en la vieja ley de 1973 que se le aplicó, una condena de 3.000 años de cárcel.
De Juan Chaos, sentenciado en su día por participar en once atentados en los que fallecieron 25 personas, ha sido ahora hallado culpable de un delito de amenazas terroristas, con la agravante de reincidencia, dirigidas contra cinco responsables de prisiones en dos artículos publicados en el diario independentista Gara en 2004.
Al conocer la sentencia, el preso etarra inició una nueva huelga de hambre, como la que ya llevó a cabo durante dos meses entre agosto y octubre pasados en protesta por su procesamiento por las amenazas, lo que le impedía ser excarcelado.
Este proceso a De Juana Chaos, en pleno alto el fuego por parte de ETA, ha sido motivo de polémica en España, ya que la Fiscalía, que orgánicamente depende de un jefe nombrado por el Gobierno, decidió rebajar su petición inicial de 96 años de cárcel a trece.
El opositor Partido Popular (PP) utilizó este hecho para reforzar su tesis de "rendición a ETA" que le imputa al Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y el fiscal encargado del caso, Jesús Alonso, presentó su renuncia a ejercer la acusación con la rebaja de pena impuesta por sus superiores.
Su sustituto, Fernando Burgos, defendió que los hechos que se juzgaban no podían ser calificados como seis delitos de amenazas terroristas, sino sólo como uno, ni como un delito de pertenencia a banda armada, al entender que De Juana nunca ha dejado de pertenecer a ETA, por lo que no se le puede volver a condenar por un delito por el que había estado ya en prisión.
Durante el juicio, De Juana aseguró que los dos artículos que han motivado su condena no tenían ninguna intencionalidad amenazante, sino de "pura" crítica política ante la campaña mediática que dijo estar sufriendo para evitar su excarcelación.
