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Los cubanos aún tratan de acostumbrarse al silencio de Fidel

Ahora, las diatribas de Castro ya no interrumpen la programación de la televisión cubana y él ya no ocupa el centro de la escena nacional.

22 de Noviembre de 2006 | 19:03 | Reuters

LA HABANA.- Los habitantes de Cuba tratan de acostumbrarse a un silencio que encuentran desconcertante y aliviador al mismo tiempo.


Tras décadas de largos y frecuentes discursos, el líder cubano Fidel Castro ha desaparecido virtualmente mientras se recupera de una cirugía que le obligó a entregar temporalmente el poder a su hermano Raúl, mucho más reticente a los medios de comunicación.


Ahora, las diatribas de Castro ya no interrumpen la programación de la televisión cubana y él ya no ocupa el centro de la escena nacional.


Castro, de 80 años, no ha sido visto excepto en algunas fotos y videos desde que anunciara el 31 de julio que había sido sometido a una operación intestinal y pusiera temporalmente a Raúl en control del país de gobierno comunista que ha dirigido desde el triunfo de su revolución en 1959.


Los cubanos dicen no estar seguros de qué pensar.


"El era la persona que definía todo por nosotros. Ahora nadie está diciendo nada, lo que me hace preguntar qué es lo que va a ocurrir’’, dijo el guardia de seguridad Ernesto Valdares, de 34 años.


"No hay discursos, nada. Es muy diferente’’, dijo una mujer que se identificó como Dora.


Muchos dicen a los visitantes que ellos son "Fidelistas’’. Pero al mismo tiempo, niegan estar interesados en política. Juran apoyo incondicional a Fidel Castro y dicen que Raúl no les inspira la misma pasión, porque carece de carisma.


Pero incluso algunos fidelistas admiten que el silencio de Castro tiene su lado positivo.


"Para ser honesto, es un alivio que no esté hablando tanto. Salía todo el tiempo en televisión’’, dijo Dora.


En contraste, Raúl Castro ha mantenido un bajo perfil, al aparecer en público sólo ocasionalmente y hacer intervenciones relativamente breves.


Analistas especulan que Raúl Castro, de 75 años, se mantiene en las sombras por deferencia a su hermano y porque es, por naturaleza, un tecnócrata que opera detrás de bastidores.


Raúl ha sido el ministro de Defensa de Cuba desde 1959 y se le atribuye el mérito de haber convertido a las Fuerzas Armadas Revolucionarias en una de las instituciones más eficientes del país.


Lo que vendrá en Cuba tras este momento de paz y tranquilidad es la pregunta que todos se hacen.


Un empleado en una tienda de ropa de La Habana, que dijo llamarse simplemente Ernesto, espera que todo continúe como antes, tanto si Fidel Castro se recupera como si muere.


"Los que están arriba no quieren que nada cambie. Ellos están bien’’, dijo.


Pero Valdares dijo que, en su opinión, un nuevo gobierno tendrá que hacer algo para mejorar la maltrecha economía de Cuba, donde el salario medio equivale a apenas 15 dólares y la gente recibe alimentos mediante una libreta de racionamiento.


"Estoy muy orgulloso de ser cubano y feliz con la forma en que están las cosas, pero necesitamos más dinero. Si Raúl reemplaza a Fidel, tendrá que cambiar algunas cosas’’, dijo. 

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