LA HABANA.- Cuba afronta una semana marcada por un intenso programa de actividades en homenaje a Fidel Castro mientras crecen las especulaciones alimentadas por la falta de información oficial sobre su posible reaparición en el desfile militar del 2 de diciembre que cerrará las celebraciones.
Coincidiendo con el 50 aniversario de la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Cuba celebra el 80 cumpleaños de Castro, que tuvo que ser aplazado el 13 de agosto por la enfermedad del jefe de la revolución, declarada "secreto de Estado".
Desde la proclama divulgada el 31 de julio, en la que Castro delegó provisionalmente todos sus cargos en su hermano Raúl tras someterse a una operación por una hemorragia intestinal, los cubanos se han acostumbrado a verle en las escasas imágenes difundidas por la prensa y la televisión local.
En estos cuatro meses, los medios oficiales han evitado hablar de Raúl Castro, de 75 años, como presidente en funciones y se refirieren a él como ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, vicepresidente y segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, cargo que no existe en ninguna otra organización comunista del mundo.
Ahora, las expectativas están puesta en las jornadas de homenaje a Castro organizadas por la Fundación Guayasamín entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre, que contarán, según sus promotores, con más de 1.300 invitados de todo el mundo, y, sobre todo, en el desfile militar del 2 de diciembre en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Todo está listo para la gran marcha militar, la primera en diez años y, según los preparativos, la de mayor magnitud.
Efectivos del ejército han ensayado cada detalle durante las últimas semanas para evitar sorpresas de última hora y ajustarse al estrecho horario previsto.
En los ensayos, han dirigido un saludo al comandante en jefe a su paso frente a la tribuna levantada al pie de la estatua de José Martí en la Plaza de la Revolución, pero las autoridades se abstenido de confirmar hasta ahora la presencia de Fidel Castro.
A falta de confirmación oficial y de informes médicos, los cubanos se conforman con estudiar cada uno de los mensajes de altos funcionarios sobre la evolución de su presidente.
La pasada semana, el vicepresidente Carlos Lage afirmó que Castro "sigue recuperándose, sigue mejorando su salud y estamos todos muy optimistas en su recuperación, cuando sea posible, cuando los médicos lo permitan", mientras que el líder del Parlamento, Ricardo Alarcón, afirmaba en Panamá que "goza de muy buena salud".
Los mensajes oficiales no han disipado las dudas entre la población.
"El tiene que aparecer de nuevo de verde olivo, aunque sea una vez más, porque es un guerrillero", asegura Joel, un vecino del barrio habanero de Miramar.
"Yo no se si Fidel va a aparecer, pero creo que si puede, allí estará", opina Rodolfo.
Tampoco hay unanimidad entre observadores y diplomáticos extranjeros sobre la posible presencia de Castro.
"Castro quiere participar en el desfile, pero no se puede arriesgar a un gran esfuerzo que le provoque un empeoramiento o un desvanecimiento en público", apuntaba la semana pasada un diplomático occidental.
"Todo está preparado y pensado para él y va a aparecer", aseguraba con convicción un diplomático europeo.
Es la misma convicción que deben tener los más de 250 periodistas extranjeros que, según el Centro de Prensa Internacional (CPI), han solicitado acreditación en los últimos días para cubrir los actos programados esta semana.
Si algunos de estos periodistas hubieran llegado a la isla el pasado viernes, se habrían sentido decepcionados por la ausencia del presidente en funciones, Raúl Castro, del primer acto oficial en conmemoración del 50 aniversario de las FAR.
Su presencia tampoco ha sido confirmada hasta ahora en el resto de las actividades culturales programadas para esta semana, aunque nadie duda de que, como ministro de las FAR, acudirá al desfile del próximo sábado.
