LONDRES.- Gran Bretaña espera retirar miles de sus 7.000 efectivos militares actualmente en Irak para fines del 2007, anunció el lunes el secretario de Defensa Des Browne.
En un discurso ante el Instituto Real de Asuntos Internacionales, Browne también advirtió que Irán podría enfrentar un creciente aislamiento si no usa su influencia en Irak de manera constructiva.
Browne es el segundo alto funcionario británico que habla en días recientes de la posibilidad de reducir la cifra de soldados en Irak. La semana pasada, la secretaria de Relaciones Exteriores Margaret Beckett dijo que Gran Bretaña podría entregar responsabilidades de seguridad en el puerto sureño de Basora para el primer trimestre del año próximo.
Gran Bretaña también tiene esperanzas de dar en enero el control de la seguridad a los iraquíes en la provincia de Maysan, situada en la frontera con Irán.
Si tanto la retirada de Basora como de Maysan "va de acuerdo a los planes", señaló Browne, "estaremos en condiciones de comenzar a retirar nuestras fuerzas".
Pero el secretario de Defensa indicó que la entrega a los iraquíes del control de la seguridad no significará una completa retirada británica. "No creo que sea correcto ofrecer cifras precisas, ni suponer qué nos depararán los próximos 12 meses", dijo.
El secretario de Defensa también pidió a los vecinos de Irak que respalden esfuerzos para calmar la violencia. Y si bien Siria, "ha mostrado señales de un compromiso constructivo", Irán sigue mostrando una conducta problemática.
Irán "tiene influencia dentro de Irak, el poder de... iniciar o cesar el diálogo. Y no está usando bien esa influencia", declaró Browne. El "mensaje a Irán es simple", dijo, "o es un socio constructivo... o enfrentará un creciente aislamiento".
