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Santiago: Lunes 15 de diciembre del 2025 | Actualizado 11:44
VERACRUZ.- El periodista mexicano Alfonso Sánchez Guzmán fue muerto a balazos y su cuerpo se encontró hoy flotando en un río del estado de Veracruz (este), informaron fuentes oficiales.
Se trata del octavo periodista mexicano asesinado en lo que va de este año y del segundo en los últimos ocho días en Veracruz.
El cuerpo de Sánchez Guzmán, ex corresponsal de Televisa-Veracruz y actual colaborador de las páginas de noticias EnlaceVeracruz212 y Orizaba en vivo, presentaba cuatro impactos de bala, uno de ellos en la cabeza.
Familiares de Sánchez Guzmán habían reportado ayer, miércoles, como desaparecido al informador, cuyo cuerpo se halló en río Blanco, en el municipio de Ciudad Mendoza, informaron autoridades policiales.
Las mismas fuentes indicaron que cerca del lugar también se encontró el cadáver de un sujeto apodado "El Pollo’’, presunto integrante de una banda de asalta camiones.
Juan López, dueño del predio donde se hallaron los dos cadáveres, informó a la policía de que el miércoles por la noche tres personas (dos hombres y una mujer) le pidieron permiso para ingresar y escuchar música a la orilla del río.
El pasado 22 de noviembre, el reportero de la fuente policiaca Roberto Marcos García, fue muerto en el puerto de Veracruz.
El comunicador de la revista Testimonio y Alarma murió cuando viajaba en motocicleta por la carretera Veracruz-Alvarado, donde un automóvil lo arrolló; y posteriormente fue tiroteado cuando se hallaba lesionado en la cinta asfáltica.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó la semana pasada "su horror’’ por el asesinato de Marcos García.
RSF dijo entonces que, tras el crimen de Marcos García, México se sitúa segundo, solamente por detrás de Irak, en la lista de países más peligrosos para la prensa en 2006.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y otras organizaciones también han condenado la ola de violencia contra los periodistas en México y han advertido sobre el aumento de la delincuencia en el país.
Las organizaciones nacionales de defensa de la libertad de expresión y los activistas por los derechos humanos coinciden con el Gobierno mexicano en que los criminales representan el mayor peligro para los comunicadores.
Esos organismos también han reprochado a las autoridades mexicanas la impunidad en la mayoría de los asesinatos de periodistas y les acusan de acudir más a la retórica que a la "acción efectiva’’ para aclararlos y castigar a los responsables.
