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Santiago: Miércoles 24 de abril del 2024 | Actualizado 09:38
LA PAZ.- El Presidente boliviano Evo Morales garantizó la realización de la Cumbre Sudamericana que se celebrará entre viernes y sábado en la ciudad central de Cochabamba, pese a una huelga de hambre de unos 600 opositores en demanda de la aprobación por consenso de una nueva Carta Magna.
"Está garantizada" la reunión presidencial en esa ciudad del subandino boliviano, sobre todo "por los movimientos sociales, indígenas y campesinos" que preparan un agasajo el sábado en el estadio municipal a los mandatarios asistentes, enfatizó el Jefe de Estado boliviano.
En conversación con la prensa extranjera, Morales aseguró que sólo el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, declinó asistir al cónclave y que el Mandatario argentino, Néstor Kirchner, intentaba acomodar su agenda para acudir a la cita sudamericana.
"Los demás (Presidentes) están confirmados, todos vendrán", incluido el Mandatario electo de Ecuador, Rafael Correa, y el gobernante reelecto de Venezuela, Hugo Chávez, confirmó Morales, quien sin embargo invocó a la oposición a suspender las medidas de fuerza "por la imagen de Bolivia".
"Los antipatria quieren, como siempre, mostrar mal a Bolivia. Si son patriotas que suspendan". De lo contrario, "pueden seguir" con la huelga de hambre que cumplen además 43 legisladores opositores, cuatro gobernadores y un influyente líder civil de la rica región de Santa Cruz.
Morales dijo que la negociación "está en la Asamblea" y no en el Ejecutivo y menos en el Legislativo, donde 13 senadores y 30 diputados de la agrupación política opositora Podemos, del ex Presidente conservador Jorge Quiroga, se han declarado en ayuno exigiendo al oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) que la nueva Constitución se apruebe por dos tercios (170) de los 255 votos del plenario.
El MAS de Morales lucha por imponer una fórmula mixta que combine su mayoría absoluta (50%+1) para la aprobación de temas no políticos y dos tercios para los estructurales en disenso y la validación del texto definitivo de la nueva ley fundamental de Bolivia.
El planteo que defiende el MAS también reconoce a un referendo público como instancia dirimidora en caso de que los disensos no puedan allanarse en el cuerpo deliberante.
