MADRID.- El hallazgo de evidencias recientes de la presencia de agua líquida en Marte, a partir de imágenes captadas por la NASA, sugiere por primera vez que es un planeta activo capaz de remodelar su superficie y que lo ha hecho en los últimos años.
Según expertos españoles en geología marciana, el descubrimiento de la agencia espacial estadounidense, que publicará mañana viernes la revista "Science", es novedoso porque por primera vez se ha determinado "cuán recientes" son las zanjas dibujadas por el agua que fluye en las laderas de los cráteres del planeta rojo.
Las fotografías tomadas en 2004 y 2005 por la cápsula de exploración Mars Global Surveyor muestran dos depósitos de sedimentos brillantes situados en laderas de cráteres que sugieren que el agua habría arrastrado material en algún momento durante los últimos siete años.
El geólogo del Centro de Astrobiología de España (CAB) Jesús Martínez-Frías explicó que, aunque ya se conocían evidencias de la posible existencia de agua en el pasado de Marte gracias a imágenes de torrenteras y otras huellas en la superficie, no se sabía que el planeta era activo desde un punto de vista geomorfológico.
El nuevo trabajo de la NASA apunta a que el agua líquida puso emerger a la superficie y fluir brevemente por las laderas antes de evaporarse o congelarse.
"Otra pieza más"
Según Martínez-Frías, el hallazgo es "otra pieza más para identificar potenciales áreas de interés en Marte", y aunque sí existen evidencias de que podría haber agua subterránea, se desconoce aún si ésta es fría o caliente, y si la vida sería posible debajo de la superficie.
Por su parte, el profesor de Geología Planetaria de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Anguita, indicó que la presión atmosférica en Marte es tan baja que “el agua hierve en cuestión de segundos y cualquier líquido va a parar rápidamente a la atmósfera.”
Agregó que las duras condiciones en este planeta han hecho que no haya habido agua líquida en gran parte de su historia, “pero -dijo- hay evidencias de que la hubo en el pasado de forma intermitente.”
En 2004, los vehículos de la NASA "Spirit" y "Opportunity" aportaron pruebas de que hace miles de millones de años hubo una especie de sopa de agua salada y ácida que cubría parte de la superficie marciana y que pudo albergar formas de vida.
Ambos hallaron también sulfatos de azufre sobre la superficie, que resultaron ser jarosita, así como pruebas de que una corriente de agua subterránea podría haber transformado cenizas volcánicas en rocas ricas en hierro o hematites.
En opinión de Martínez-Frías, para llegar a descubrir si las condiciones de Marte son adecuadas para la vida, a partir de ahora "habrá que combinar los estudios geomorfológicos con los mineralógicos, con el fin de entender su historia geológica y conocer qué minerales se depositan en la superficie".