BOGOTA.- El senador colombiano Gustavo Petro, del Polo Democrático Alternativo (PDA), oposición de izquierda, aseguró hoy que "los patrocinadores del paramilitarismo en el país" planean "una serie de atentados" para el próximo año que podrían apuntar contra el presidente Alvaro Uribe y él mismo.
"Temo por el presidente, temo por los magistrados (de la Corte Suprema de Justicia) y temo por mí. Ya Colombia sintió lo que es ese tipo de violencia cuando mataron candidatos presidenciales y miles de militantes de la oposición (en los años 90)", advirtió Petro al diario El Tiempo.
El senador es el más emblemático de la oposición y es quien durante años denunció la connivencia entre paramilitares y dirigentes políticos.
Esa vinculación, recientemente probada, condujo a tres congresistas a la cárcel y provocó la citación a seis más, incluido Alvaro Araujo, hermano de la canciller, María Consuelo Araujo.
Petro sostiene que los supuestos atentados serán una consecuencia de que el próximo año "se sabrá el nombre de los amos del paramilitarismo", como resultado de las investigaciones que sobre el tema realiza la Corte Suprema.
"En mi opinión, algunos núcleos de ese tipo de dueños del régimen mafioso en Colombia van a intentar desestabilizar el país y producir una especie de caos ciego que afecte no solamente a la oposición, al Polo, a mí, a las familias de los paras que desean confesar, sino con el mismísimo presidente Uribe", sostuvo Petro.
El senador dijo que ya informó de los planes desestabilizadores que le adjudica a "los patrocinadores del paramilitarismo" al presidente Uribe, a través de Andrés Peñate, director del Departamento Administrativo de Seguridad.
La declaración del senador opositor surge en momentos en que al menos 10.000 personas, incluidos ganaderos y comerciantes, le enviaron una carta al presidente Uribe admitiendo que durante años apoyaron y financiaron los grupos paramilitares en una amplía zona del noroeste del país.
Los remitentes justificaron su apoyo a los ultraderechistas aduciendo el "abandono del Estado" frente a la agresión de los grupos guerrilleros Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN) en sus regiones.