WASHINGTON.- La nueva estrategia del presidente estadounidense, George W. Bush, en Irak incluye un aumento en 20.000 nuevos soldados para las tropas de Estados Unidos en Bagdad y un programa de empleo para la población iraquí con un costo calculado en 1.000 millones de dólares, según informa el sábado el sitio electrónico de The New York Times.
El periódico, que cita a funcionarios estadounidenses que pidieron el anonimato, afirma que el primer ministro iraquí Nuri al-Maliki acordó formalmente en una teleconferencia con Bush el jueves fortalecer además a las tropas estadounidenses con el envío de tres brigadas iraquíes a Bagdad durante el próximo mes y medio.
Sin embargo, mientras trabajan en el borrador del plan, los funcionarios reconocen que existe un profundo escepticismo sobre las posibilidades de éxito de la nueva estrategia, indica el informe.
Las fuentes afirman que dos tercios del prometida refuerzo iraquí estaría integrada por unidades de kurdos peshmergas del norte de Irak, cuya presencia en Bagdad presenta algunas dudas sobre la posibilidades reales de que puedan sofocar los enfrentamientos sectarios, según The New York Times.
La decisión de Bush de aumentar el número de tropas lo dejaría en franca confrontación con el nuevo Congreso dominado por los demócratas, cuyos líderes le enviaron una carta el viernes en la que plantearon que los soldados de Estados Unidos deberían comenzar a retirarse de Irak.
El nuevo plan de Bush en Irak se conocerá esta semana, probablemente el miércoles.
Según el NYT, los funcionarios sostienen que Bush no dará precisiones sobre el tiempo que las nuevas tropas estadounidenses deberían permanecer en las calles de Bagdad, aunque la intención sería una permanencia por menos de un año.
Un elemento crucial del nuevo plan será la demorada reconstrucción de Irak, y en ese sentido se apuntará a duplicar los esfuerzos en todo el país. Se hará énfasis tanto en la reconstrucción como en el combate, señala el informe.
El programa de trabajo para los iraquíes, destacó uno de los informantes, "hubiera sido muy bueno en 2003 o incluso en 2004, pero estamos tratando hoy con un Irak muy distinto", en el que el combate por el control sectario de las zonas puede tener mayor interés que la obtención de empleo, según el periódico.
