QUITO.- El deshielo progresivo de los volcanes Cotopaxi y Antisana, a raíz del calentamiento global y el fenómeno meteorológico de El Niño, afecta las reservas de agua de la capital ecuatoriana, según expertos citados por la prensa local este domingo.
La Empresa Municipal de Agua Potable de Quito (EMAAP-Q), que monitorea el glaciar del Antisana junto al Instituto para el Desarrollo (IRD) de Francia, sostiene que el deshielo de éste y el Cotopaxi -uno de los volcanes activos más altos del mundo- supone "la desaparición de la fuente más importante de agua" de Quito.
Los cuatro sistemas que distribuyen agua potable a la capital (de 2,5 millones de habitantes) reciben parte de los deshielos de los dos volcanes y la desaparición de los glaciares sería muy grave para garantizar la dotación del servicio", dijo al diario El Universo, Edgar Ayabaca, de la EMAAP-Q.
Ayabaca dirige los estudios de la entidad para buscar nuevas fuentes de agua -las reservas alcanzarían hasta 2015-, en caso de que se cumplan los pronósticos de un grupo científico que la semana pasada advirtió en París que el calentamiento causado por la contaminación desatará huracanes, sequías y olas de calor.
Con ese fin, la EMAAP-Q impulsa desde hace cuatro años la exploración de aguas subterráneas a más de 100 metros de profundidad en la capital, habilitando hasta ahora cuatro pozos. Adicionalmente se han construido embalses para almacenar aguas lluvias.
No obstante ello, para 2015 se requiere que esté operando un proyecto para tomar parte del caudal de varios ríos del este del país, que incluye la construcción de un túnel y garantizaría el suministro de agua hasta 2060.
Según estudios científicos, el glaciar del Cotopaxi -ubicado a 5.897 metros sobre el nivel del mar- se redujo un 30% entre 1976 y 1997.
