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EE.UU: Crece escándalo por trato a heridos de guerra, que Bush pide indagar

El mayor general George Weightman, a cargo del hospital Walter Reed en Washington, fuera despedido el jueves luego de una serie de artículos críticos del diario Washington Post.

02 de Marzo de 2007 | 20:08 | AFP

WASHINGTON.- El presidente George W. Bush prepara una revisión al tratamiento médico a soldados estadounidenses heridos en combate, mientras un segundo alto oficial renunció el viernes en medio de un creciente escándalo en un hospital militar.


El gobierno de Bush, expuesto a críticas por su estrategia en la impopular guerra en Irak, fue estremecido al conocerse que soldados heridos provenientes de los frentes de batalla afgano e iraquí, han sido atendidos en condiciones precarias, al tiempo que se ahogan bajo trámites burocráticos.


"Estos hombres y mujeres merecen los agradecimientos de nuestro país, y merecen el mejor tratamiento que nuestra nación puede otorgarles", estaba previsto que dijera Bush en su alocución radial del sábado, según un texto divulgado por la Casa Blanca.
"Por eso me perturbaron profundamente los reportes recientes de condiciones de baja calidad en el Centro Médico Walter Reed".


El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, anunció el viernes que aceptó la renuncia del secretario del ejército, Francis Harvey, sin explicar las razones de la dimisión.
Harvey es el segundo oficial que deja su puesto luego de que el mayor general George Weightman, a cargo del hospital Walter Reed en Washington, fuera despedido el jueves luego de una serie de artículos críticos del diario Washington Post.


El periódico indicó en febrero que los soldados convalecientes descansaban en cuartos con moho en las paredes, huecos en el techo e infestados de roedores y cucarachas.
Los soldados que iban al servicio ambulatorio se perdían en un laberinto burocrático al intentar recibir atención.


"Algunos soldados en el Walter Reed han experimentado demoras burocráticas y condiciones de vida que son inferiores a las que se merecen. Yo no lo acepto, es inaceptable para el país, y no continuará", se espera que Bush diga el sábado.