EMOLTV

Unión Europea celebra sus 50 años

El organismo programó una serie de actividades este fin de semana para conmemorar su medio siglo de vida.

22 de Marzo de 2007 | 07:18 | DPA

BERLÍN.- Los líderes de los 27 países miembros que conforman hoy la Unión Europea (UE) se encuentran este fin de semana en Berlín para celebrar los 50 años de existencia de esta experiencia continental, única en el mundo -a pesar de todo- por los alcances de unidad que logró.

Será una fiesta para recordar lo que hace medio siglo empezaron los líderes visionarios de seis estados que se ilusionaron con un proceso unificador de un continente que acababa de despertar del sufrimiento y el trauma de haber vivido dos guerras mundiales en menos de 30 años.

Europa intentaba levantarse después de la mayor destrucción que había vivido en la historia. Signada por las secuelas del militarismo, de ultranacionalismos, del fascismo, de un racismo que había culminado con el holocausto industrial de un pueblo y de una persecución general contra todo aquél que pensaba de otra manera que el vecino.

Después del paso de la historia y con generaciones nuevas que ya no conocieron lo que significó reconstruir la posguerra, que no vivieron un continente dominado por la Guerra Fría y la amenaza de una nueva conflagración mundial-esta vez atómica-, dividido por dos bloques antagónicos que cada uno por su lado se erigía como modelo único a seguir, los líderes europeos se reúnen esta vez bajo circunstancias completamente cambiadas, para subrayar las intenciones de hace cincuenta años firmadas en el Capitolio de Roma.

Suscribirán una declaración conjunta, pero ya no podrán repetir la ceremonia de que la firmen todos los estadistas presentes porque los tiempos han cambiado. Ninguna cobertura en vivo por televisión podría soportar una ceremonia en la que rubrican su firma 27 jefes de Estado o de gobierno, más el presidente de la Comisión Europea y el presidente del Parlamento.

El documento, que será "conciso, escueto, comprensible para el ciudadano común, un texto para la gente", como afirman los organizadores, será firmado por el portugués José Manuel Barroso, la presidenta de la Comisión, Angela Merkel, en su calidad de anfitriona y presidenta de turno de este medio año, y Hans-Gert Pttering, el presidente del Parlamento.

Pero no es una decisión únicamente comunicacional. De esta manera se logra un éxito diplomático, porque se evita que algún jefe de delegación tenga que pasar por el papelón de firmar algo con lo que no está plenamente de acuerdo.

Porque el documento a firmar contiene referencias al pasado pero también nombra -u omite- algunos desafíos del futuro. Se suscribirán objetivos a lograr en el medio ambiente, en materia de seguridad y el problema de la migración, temas con mucho potencial de conflicto.

Más fáciles son las referencias históricas: a los temas consensuados en los años fundacionales, a la importancia de la moneda común, el euro utilizado por 13 países, a la erradicación de las fronteras internas, al pasaporte comunitario.

Seguirán pendientes los grandes problemas irresueltos, el futuro de la constitución única, rechazada por consultas populares hace dos años en Francia y Holanda y sin perspectivas de solución, o la relación entre migración y ampliación a más países. Temas que si bien no pueden ser omitidos en la declaración festiva, sí podrán encubrirse en el fenomenal y legendario lenguaje burocrático comunitario.

Merkel sabe que debe aprovechar la oportunidad histórica que ofrece una cumbre en la que oficialmente no se negociarán ni se decidirán temas politicos, pero que sí es decisiva para hacer balances, para la toma fotográfica, para la documentación. Y para marcar el camino político al futuro.

El texto a firmar el domingo a la mañana marcará el camino para la cumbre política que vendrá en junio, que sí tendrá mayor peso específico.

El adiós

Pero Berlín este fin de semana señalará, a pesar de todo el ímpetu que se quiera fijar para el futuro, el recambio de toda una época. En la fiesta habrá dos personalidades que se despedirán, dos representantes de países decisivos: Jacques Chirac, el presidente de Francia que aparecerá después de doce años ininterrumpidos por última vez en la foto de familia, y Tony Blair, el premier británico, otro que, aunque participe aún en la cumbre de junio, ya anunció su fin político.

Las despedidas se celebrarán en un ambiente de fiesta que empieza el sábado con un concierto ofrecido por la Filarmónica de Berlín, interpretando la Quinta Sinfonía de Ludwig van Beethoven, bajo la dirección de Simon Rattle. A continuación habrá una cena de gala con el presidente alemán, Horst Khler.

El domingo, después de la ceremonia de firma de la declaración de Berlín, Angela Merkel ofrecerá un almuerzo conjunto. En las afueras del restaurado Hotel de Roma berlinés, en las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo, miles de personas estarán protestando contra la política de la Unión Europea, sin importarles el carácter festivo de un aniversario de medio siglo.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?