MANILA.- El director de una guardería de Manila que mantiene secuestrados a 31 niños y dos profesores de su mismo establecimiento en un autobús acordó liberar a los rehenes y rendirse en las próximas horas, dijeron la policía y los negociadores.
"Dejará que los rehenes se marchen y se rendirá", dijo un portavoz de la policía, Cipriano Querol, a la televisión local, en referencia a Amando "Jun" Ducat, director de la guardería que secuestró el autobús.
A cambio, la policía acordó permitir que la prensa cubra el momento de su rendición.
El senador Ramón Revilla, que ha oficiado de mediador, confirmó que Ducat aceptó rendirse.
El secuestrador había exigido la gratuidad de alojamiento y de la educación, tras llevar a cabo la acción.
Por la mañana, Ducat afirmó a una radio local haber tomado bajo su control un autobús escolar, en el que 32 menores de unos cinco años y dos profesores se desplazaban para un viaje educativo.
Ducat aseguró poseer granadas y armas de fuego.
Según la policía, el director de la guardería está acompañado de dos adjuntos de su establecimiento.
A algunas horas de comenzado el secuestro, Revilla, quien conoce a Ducat, subió al autobús y salió del mismo un poco más tarde con un niño afiebrado en sus brazos, constató un periodista de la AFP.
Policías de un cuerpo de élite filipino rodearon el vehículo, estacionado cerca del ayuntamiento de Manila, y han establecido negociaciones con los secuestradores.
"Estamos armados con dos granadas, un (fusil de asalto) Uzi y pistolas del calibre 45", se podía leer en un cartel colocado sobre el parabrisas del autobús.
Ducat contactó una radio de Manila para demandar la gratuidad del alojamiento y de la educación para un grupo de 145 menores inscritos en la guardería "Musmos", que él mismo administra en un barrio pobre de la capital filipina.
"Amo a estos niños, es la razón por la que estoy aquí. No voy a desencadenar un tiroteo", aseguró.
Según una profesora a bordo, Lyn Osita, los niños tienen cinco años o menos.
"Por favor, por favor, señor, deje salir a nuestros niños", clamaba entre lágrimas Gemma Arroyo, quien intentó romper el cordón de seguridad para alcanzar a su hija de seis años secuestrada.
"Ellos son inocentes. Nosotros sabemos que usted creó la escuela, ¿por qué hace esto?", imploró otra madre, Clara Moreno, quien intentaba llamar la atención de Ducat.
El senador Revilla aseguró que los críos estaban en buenas condiciones de salud. "El ha prometido no herir personas, pero tenía una granada en sus manos y estaba temblando", dijo, agregando que el secuestrador era un "hombre de principios" que puede dar prueba de tenacidad.
Otro senador, Alfredo Lim, ex director de la policía de Manila, se declaró "seguro" de que la toma de rehenes se resolverá de "manera pacífica".
Lim dijo que Ducat ya había dado que hablar con actos similares. En 1987, tomó como prisioneros a dos curas católicos en Manila con falsas granadas a raíz de un litigio inmobiliario. Ducat fue inculpado, pero el procedimiento judicial no tuvo seguimiento.
