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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 11:25
QUITO.- El Parlamento de Ecuador reanudó hoy sus labores sin la presencia de los 57 diputados destituidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que no acudieron a la sede del Legislativo pese a que anoche anunciaron que asistirían para intentar recuperar sus escaños.
Tras constatar el quórum de diputados en la sala del pleno, el presidente del Congreso, Jorge Cevallos, instaló la sesión y dijo que con ello se normalizará la gestión parlamentaria.
Los diputados destituidos, que reniegan la sanción, se reunieron en un hotel de Quito, pero no acudieron al Parlamento, pese que en la noche del lunes advirtieron que lo harían.
Cevallos, amparado en una opinión del procurador del Estado, Xavier Garaycoa, que sugirió que el Congreso reanudara sus labores con la presencia de los diputados suplentes de los destituidos, indicó que con la instalación de la sesión se reanudan las labores parlamentarias "porque así lo exige el pueblo ecuatoriano".
Según Garaycoa, el Congreso podría funcionar de forma provisional con los diputados suplentes hasta que el Tribunal Constitucional (TC) defina varios recursos presentados a favor de los sancionados por el TSE.
"Mi decisión, por encima de las amenazas de juicios penales que he recibido para instalar esta sesión, me obliga a estar con el pueblo ecuatoriano y me obliga a entregar un congreso funcionando, que legisle y fiscalice", dijo Cevallos.
Con 62 diputados presentes en la sesión, de los cien que deben formar la Cámara, el Legislativo reinició sus labores con tres puntos en su agenda, todos ellos vinculados a la situación administrativa de tres de sus comisiones, afectadas por la salida de los destituidos.
Los diputados tienen previsto elegir a un nuevo secretario del Congreso, a miembros del Comité de Excusas y Calificaciones y del Consejo Administrativo de la Cámara.
Normalidad en el Parlamento
La reanudación de la gestión parlamentaria se concretó sin incidentes, como los que se produjeron cada martes en las últimas cuatro semanas por la persistencia de los destituidos por volver a sus escaños.
Los pocos manifestantes que se concentraron hoy frente a la sede del Parlamento para evitar un posible ingreso de los destituidos, se dispersaron, mientras el recinto legislativo permanecía fuertemente custodiado por la policía, con orden de impedir el ingreso de los sancionados.
En horas de la mañana se rumoreó en los pasillos del Congreso sobre la posibilidad de que algunos diputados destituidos llegaran al recinto en un helicóptero o disfrazados de policías.
En uno de los patios, donde puede aterrizar un helicóptero, se instalaron vallas para impedir esa posibilidad. Pero no hubo una maniobra inusual que hiciera suponer el ingreso de extraños.
Los diputados destituidos, que pertenecen a grupos de oposición al Gobierno, también recibieron hoy otro revés, tras conocerse que una juez de la ciudad ecuatoriana de Guayaquil se negó a acoger un recurso de amparo de los sancionados para recuperar sus cargos.
La crisis política en Ecuador estalló hace más de un mes, cuando los 57 diputados opositores decidieron "sustituir" al presidente del TSE, Jorge Acosta, por haber dado paso a la consulta popular del próximo domingo, con la que el gobierno quiere tener la facultad de instalar una Asamblea Constituyente de plenos poderes.
Por el contrario, Acosta decidió destituir a los 57 legisladores, por considerar que la figura de "sustitución" no está en las leyes locales, y porque, en momentos electorales como el actual, el TSE es la máxima autoridad en el país, con el poder de sancionar a quienes "interfieran" en el proceso.
El Presidente Rafael Correa dijo hoy que pensaría "muy seriamente" dejar el cargo si en la consulta popular del domingo los ecuatorianos rechazan una Asamblea Constituyente, promovida por su gobierno, porque sería una muestra de que la gente no quiere el cambio.
Por segundo día consecutivo, el mandatario concedió una larga entrevista radial-televisiva en la que promovió el voto por el "sí" para que la gente pueda "liberarse de los mismos sinvergüenzas de siempre", refiriéndose a sus opositores a quienes llama "mafias políticas".
Al ser consultado sobre la posibilidad de que renuncie en caso de que el "sí" no obtenga los votos suficientes para ganar, Correa dijo que "habrá que pensarlo... tenemos que pensarlo muy seriamente, yo no me aferro al cargo".
"Ese es mi concepto de democracia, si el mandante nos quita la confianza, el mandatario debe retirarse dignamente", aseguró el Presidente ecuatoriano, quien hace tres meses asumió el cargo por un periodo de cuatro años.
