BAGDAD.- Al menos once personas han muerto en las últimas horas en Irak en una nueva serie de ataques que han tenido sobre todo lugar en la provincia de Salahedín, al norte de Bagdad, informaron fuentes policiales.
Según las fuentes, cuatro guardaespaldas del viceministro del Interior, Ahmed Mohamed Jalaf, murieron en una emboscada tendida por hombres armados en Shurqat, 85 kilómetros al norte de Tikrit, capital de la provincia.
El hijo del viceministro también resultó muerto en el tiroteo, añadieron las fuentes.
También en Shurqat fueron encontrados los cadáveres de dos personas con tiros en la cabeza.
En la ciudad chií de Duyail, 60 kilómetros al norte de Bagdad y también en la misma provincia, otras dos personas resultaron muertas en un atentado del que no se conocen más detalles.
La provincia de Salahedín, casi exclusivamente suní, es uno de los feudos de los grupos radicales suníes que combaten no solo a las tropas de ocupación sino también a las instituciones del Irak post-Sadam.
En otro suceso, un vehículo militar estadounidense resultó destrozado al pasar por encima de una bomba cerca de Duluiya, unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, según dijeron fuentes policiales, y hasta el momento se ignora si ha habido víctimas.
Helicópteros norteamericanos fueron vistos sobrevolando la zona inmediatamente después del ataque.
En Zafaraniya, 40 kilómetros al sur de Bagdad, tres personas (entre ellos una mujer y un niño) murieron víctimas de disparos de mortero sobre una zona residencial en esta volátil región situada entre Bagdad y las zonas chiíes del sur del país y donde vive una conflictiva mezcla de población chií y suní.
Los atentados de hoy suceden a una de las jornadas más negras de la posguerra iraquí en la que una serie de coches bomba causó más de 160 muertos en distintos barrios de Bagdad -140 de ellos en un solo atentado, en Sadriya-, lo que ha suscitado dudas sobre la eficacia del plan de seguridad del Gobierno "Aplicamos la Ley".
