LONDRES.- El conocido sociólogo polaco Zygmunt Bauman reconoce haber trabajado durante tres años de su juventud para el servicio secreto de su país, pero denuncia al mismo tiempo la caza de brujas que tiene lugar en la nueva Polonia.
En declaraciones al diario británico “The Guardian,” el autor de "Modernidad Líquida,” niega las acusaciones de que ha sido objeto por parte del historiador polaco Bogdan Musial, según el cual aquél participó en la eliminación política de los oponentes del régimen comunista.
"No quiero dignificar a Musial respondiendo (a sus acusaciones)", explica Bauman, quien agrega que todo el mundo sabe que fue comunista (entre 1946 y 1967) y que sirvió durante varios años en "el llamado ejército interior".
La única revelación es que trabajó para el servicio secreto, pero sólo durante tres años y cuando tenía diecinueve, algo de lo que afirma asumir "plena responsabilidad".
Con "diecinueve años, apenas había empezado la vida", entró en el Partido Comunista y, por lo que califica "un simple accidente histórico" pasó a integrar el "ejército interior" como parte de la Cuarta División.
Esa era la fuerza encargada de "reprimir el terrorismo en el interior del país", explica el sociólogo, según el cual “todo eso no es nuevo” ya que jamás lo ha ocultado.
"Pero el que yo cooperase durante tres años con el servicio de inteligencia, era algo que no había contado. Era un trabajo de contraespionaje. Todos los ciudadanos de bien debían participar en tareas de contraespionaje. Eso es algo que he mantenido en secreto porque me obligué a ello con mi firma", afirma.
"Polonia era antes de la guerra un país muy atrasado, exacerbado además por la ocupación (alemana). En un país empobrecido, es natural esperar privaciones, humillaciones, indignidad humana y todo un complejo de problemas culturales y sociales", recuerda el sociólogo.
"De todo el espectro político de la época, agrega, el Partido Comunista prometía la mejor solución. Su programa político era el que mejor respondía a los problemas a los que se enfrentaba Polonia. Y yo estaba plenamente dedicado a él. Las ideas comunistas eran una continuación de las de la Ilustración".
Aunque el contraespionaje significaba informar sobre las personas que combatían el proyecto comunista de entonces, Bauman dice no recordar haber hecho nada de eso: "Yo pasaba el tiempo en mi despacho, escribiendo".
Bauman se queja, por otro lado, de que quien le denuncia ahora, haya omitido la parte de su vida en la que, tras abandonar el comunismo, sufrió la persecución durante quince años de los servicios secretos polacos, fue expulsado de la universidad y sometido a la prohibición de publicar.
En el transcurso de una purga antisemita en 1968, tanto él como su esposa, Janina, perdieron su trabajo en Polonia.
Bauman, que ha vivido y enseñado durante treinta y cinco años en Leeds (Inglaterra), donde aún reside, denuncias las acusaciones de que es ahora objeto como parte de una "caza de brujas" con la que se trata de legitimar, dice, el Gobierno derechista de Lech y Jaroslaw Kaczynski presidente y primer ministro polacos, respectivamente.
"Nunca he hecho ningún secreto de mi condición de socialista. Fui de izquierdas, sigo siéndolo y moriré de izquierdas, espero. Así que desacreditándome a mí, tratan de desacreditar indirectamente a la izquierda en Polonia", denuncia.
Bauman, que sigue muy activo a sus 82 años pese a haber dejado hace 17 años la docencia, publicará próximamente un nuevo libro, con el título inglés de "Consuming Life", una crítica de lo que la sociedad de consumo hace de los individuos.