BUENOS AIRES.- El gobierno argentino dejó sin efecto hoy la concesión a la empresa Transporte Metropolitano de las líneas de trenes Roca y Belgrano Sur, dos de las más importantes de Buenos Aires.
Los contratos fueron cancelados por "graves y reiterados incumplimientos" de la empresa, anunciaron fuentes oficiales cuando se cumple hoy una semana del estallido de cientos de pasajeros enfurecidos que causaron grandes destrozos en una de las mayores estaciones de trenes del país.
Transporte Metropolitano, de capital argentino, "no cumplió varios compromisos contractuales", señaló el ministro de Planificación, Julio De Vido, al anunciar la anulación de las concesiones.
En este sentido, señaló que la empresa incurrió en la "falta de mantenimiento" de vagones y locomotoras, y el compromiso de garantizar "calidad, confort y seguridad" en el servicio de las líneas Roca y Belgrano Sur.
De Vido, acompañado por otras autoridades, explicó así los detalles salientes de sendos decretos con los que el Jefe de Estado, Néstor Kirchner, canceló los contratos de concesión de ambos servicios de trenes.
"Vamos a mantener las tarifas y a todos los trabajadores", apuntó el ministro.
Transporte Metropolitano, cuyo principal accionista es el empresario Sergio Taselli, recibía subsidios por unos 30 millones de pesos (9,67 millones de dólares) mensuales para mantener bajas las tarifas del servicio, que van de 0,45 a 1,2 pesos (15 a 39 centavos de dólar).
Las líneas Roca y Belgrano Sur, que respectivamente unen a Buenos Aires con localidades del sur y suroeste del cono urbano de la capital argentina, transportan a diario a más de un millón de pasajeros.
Hace una semana, cientos de pasajeros causaron grandes destrozos en la estación bonaerense de Constitución, una de las dos más grandes del país, enfurecidos por la suspensión de un servicio de la línea Roca por averías en las líneas ferroviarias.
La Policía detuvo a 16 personas luego de unos disturbios que dejaron 21 heridos y reavivaron la polémica por la privatización de los servicios ferroviarios en la década pasada, durante la gestión del Presidente Carlos Menem (1989-1999).
La cancelación de los contratos con Transporte Metropolitano había sido reclamada por distintas organizaciones de usuarios de trenes, que denunciaron que en los ferrocarriles se viaja "peor que las vacas".
