PARÍS.- Los franceses concedieron la mayoría absoluta al partido del Presidente conservador Nicolas Sarkozy en la segunda vuelta de las elecciones legislativas efectuadas este domingo, lo que significa que el jefe de Estado podrá ejercer cómodamente el poder, pero deberá contar con una oposición socialista.
Según resultados parciales, la derechista Unión por un Movimiento Popular (UMP), de Sarkozy, conseguiría entre 319 y 329 escaños sobre un total de 577 en la nueva Asamblea Nacional, frente a los 359 de la Cámara de Diputados saliente.
Paralelamente, el Partido Socialista (PS) sorprendió al más optimista y obtendría entre 202 y 210 escaños, frente a los 149 actuales.
El resultado es un éxito innegable para la derecha, pero la UMP no consiguió finalmente la abrumadora mayoría absoluta que se preveía y los franceses decidieron no otorgar todos los poderes al partido de Sarkozy.
"Ha sido una elección clara y coherente que permitirá al Presidente de la República llevar a la práctica su proyecto", se congratuló el Primer Ministro François Fillon, comprometiéndose a respetar y a establecer un "diálogo franco" con la oposición de izquierda.
La configuración de la nueva Cámara de Diputados consolidará el bipartidismo en Francia y reducirá a la mínima expresión a formaciones minoritarias como los comunistas, centristas, ecologistas o la extrema derecha, que no consiguieron los 20 diputados necesarios para formar un grupo parlamentario.
Así, los comunistas tendrían entre 12 y 19 escaños, los Verdes, cuatro, el centrista Movimiento Demócrata de François Bayrou, entre uno y dos y el Frente Nacional (extrema derecha), ninguno.