LONDRES.- El Primer Ministro británico, Gordon Brown, negó hoy un cambio en la política exterior, lejos de Estados Unidos, luego de que uno de sus ministros dijo en una conferencia en Washington que la fortaleza de un país dependía de hacer alianzas globales más que del poderío militar.
A última hora de ayer en un discurso, el ministro de Desarrollo Internacional, Douglas Alexander, dijo que mientras Gran Bretaña estaba junto a Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, el aislacionismo no funcionaba en un mundo interdependiente.
"En el siglo XX, muy frecuentemente se midió el poderío de un país según lo que podía destruir. En el siglo XXI, la fortaleza debería medirse por lo que podemos construir juntos", expresó Alexander, en dichos que los medios británicos interpretaron como una señal de cambio en la relación de Londres con Washington.
Un portavoz de Brown negó que el discurso marcara un giro en la política y dijo que la interpretación que los medios hicieron sobre las palabras de Alexander es "bastante extraordinaria".
Brown señaló a la radio de la BBC que continuaría trabajando de cerca con el gobierno estadounidense.
"No permitiremos que la gente nos separe de Estados Unidos de América en lidiar con los desafíos comunes que enfrentamos alrededor del mundo", señaló el Primer Ministro cuando se le preguntó acerca de las palabras de Alexander.
Washington ha estado observando al nuevo gobierno de Brown en busca de señales de cualquier cambio de política, tras años de vínculos cercanos bajo la gestión de su predecesor, Tony Blair.
Brown asumió como Primer Ministro el mes pasado, con promesas de cambio para ganarse nuevamente a los votantes, tras 10 años de dominio de su Partido Laborista, y en particular para trazar una línea bajo la impopular guerra en Irak. La cercanía de Blair con Washington no gozaba de popularidad entre muchos británicos.
Nuevas alianzas
Alexander dijo en el discurso en el Consejo de Relaciones Exteriores, que las naciones deben formar nuevas alianzas "que no sólo nos protejan del mundo sino que nos conecten con el mundo".
Más tarde dijo a la radio de la BBC que la relación de Gran Bretaña con Washington era importante, como parte de un marco más amplio.
"Gordon Brown ha dejado muy en claro que considera a una fuerte relación con Estados Unidos como una de las bases fundamentales de su política exterior", indicó.
"Pero también quiere ver relaciones sólidas con nuestros socios dentro de la Unión Europea, y relaciones crecientes y fuertes con China e India, potencias emergentes en Asia", añadió.
Brown visitará Berlín el lunes, y planea ir a París y Washington en las próximas semanas, indicó su portavoz.
Aunque pocos analistas esperan que Brown anuncie una inmediata retirada de las tropas británicas en Irak, hay especulaciones acerca de que este proceso podría acelerarse.
Gran Bretaña ha estado reduciendo el número de soldados británicos en Irak y actualmente cuenta con unos 5.500 efectivos en el sur del país.
Un ímpetu adicional está proviniendo de Estados Unidos, en donde ayer la Cámara de Representantes votó por tercera vez traer de vuelta las tropas de Irak. Los dos esfuerzos previos por establecer un cronograma de retiro murieron en el Senado o fueron vetados por el Presidente George W. Bush.
Ayer, un informe de la Casa Blanca halló que el gobierno iraquí sólo hizo algunos progresos en cumplir con objetivos políticos. Indicó que las condiciones aún son peligrosas y desafiantes, seis meses después de que Bush ordenó un refuerzo de tropas estadounidenses en Irak.