El siniestro que afectó a la central nuclear ubicada en Kariwa fue lo más grave del sismo.
AgenciasKARIWA, Japón.- La ciudad japonesa sacudida por un terremoto insistió el miércoles en que la mayor planta de energía nuclear del mundo siga cerrada después de que el sismo provocase fugas radiactivas, mientras la agencia nuclear de la ONU dijo que la planta calculó mal los riesgos.
Tokyo Electric Power (TEPCO) ha informado de 50 problemas en su planta Kashiwazaki-Kariwa en el noroeste de Japón por el temblor de 6,8 grados de magnitud del lunes, y dijo el miércoles que había revisado al alza el nivel de radiación del agua de las fugas.
En tanto, el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (IAEA por sus iniciales en inglés) de la ONU, Mohamed ElBaradei, dijo a periodistas en Kuala Lumpur que el reactor no estaba preparado para un terremoto de tal magnitud.
ElBaradei instó a realizar una completa investigación para averiguar qué había salido mal.
Las filtraciones al océano y la atmósfera provenientes de la planta en la ciudad de Kashiwazaki, cerca del epicentro del terremoto que causó la muerte a nueve personas, han reavivado los temores sobre la seguridad de la industria nuclear japonesa.
La labor del sector se ha visto ensombrecida por años de ocultamientos de accidentes e historiales de seguridad amañados, y eso preocupa a los vecinos de una zona de Japón que sufrió otro gran terremoto en el 2004, en el que murieron 65 personas.
"Hemos tenido dos grandes (sismos) en tres años", dijo Hoshi Murofushi, de 60 años, que se aloja junto a sus dos nietos en un centro de evacuación en la vecina Kariwa.
"No hay garantías de que no habrá otro. Será demasiado tarde si tenemos otro Chernobil", añadió.
TEPCO dijo que había calculado mal la cantidad de radiación de los 1.200 litros de agua que se filtraron desde la planta de energía, pero dijo que la fuga seguía dentro de los niveles de seguridad del Gobierno y no suponía una amenaza para el medio ambiente.
"Pido perdón por causarles preocupación y problemas", dijo el presidente de TEPCO, Tsunehisa Katsumata, vestido con un overol azul, al alcalde de Kashiwazaki, Hiroshi Aida, mientras se inclinaba ante él.
El temblor destruyó cientos de viviendas, causó heridas a más de 1.100 personas y provocó la evacuación de miles más.