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Raúl Castro: Pensar en una transición para Cuba es "un sueño trasnochado"

El líder cubano reiteró su disposición a dialogar con Estados Unidos, pero que sólo lo haría con el sucesor de Bush y, agrego, si este dejaba la prepotencia.

26 de Julio de 2007 | 09:52 | Agencias
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El líder cubano dijo que la actual presidencia de Estados Unidos había sido

Reuters

CAMAGUEY, Cuba.- El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, ofreció el jueves hacer las paces con quien reemplace el próximo año al presidente George W. Bush en la Casa Blanca.


"La nueva administración tendrá que decidir si mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el ramo de olivo que extendimos", dijo en un discurso para festejar el 54 aniversario de la lucha revolucionaria.


El líder cubano agregó que la actual presidencia de Estados Unidos había sido “errática y peligrosa” y que se había caracterizado por un pensamiento “retrógrado y fundamentalista”.




Si las nuevas autoridades norteamericanas dejan por fin a un lado la prepotencia y deciden conversar de un modo civilizado, bienvenido sea.

Raúl Castro

Pero Raúl advirtió que una transición tras la enfermedad de su hermano Fidel, alejado del poder hace exactamente un año, no es más que "un sueño trasnochado".


Raúl había ofrecido en diciembre pasado resolver medio siglo de guerra ideológica con Estados Unidos por la vía del diálogo. Washington repuso que no negociaría con un "dictador en espera".


"Si las nuevas autoridades norteamericanas dejan por fin a un lado la prepotencia y deciden conversar de un modo civilizado, bienvenido sea. Si no es así, estamos dispuestos a continuar enfrentando su política de hostilidad incluso durante otros 50 años", añadió.


El futuro de Fidel


Raúl dijo que su hermano, que pronunció hace exactamente 12 meses su último discurso antes de caer enfermo y transferirle el poder, continúa recuperándose.


"Para alegría de nuestro pueblo, ya despliega una actividad cada vez más intensa y sumamente valiosa", dijo en un discurso para recordar el asalto al Cuartel de Moncada, la primera acción armada del movimiento revolucionario que lo llevó al poder en 1959.


Más de 100.000 personas lo vitorearon sacudiendo pequeñas banderas cubanas de papel en la Plaza de la Revolución de esta ciudad ganadera a 535 kilómetros al sudeste de La Habana.


Pero en su discurso de una hora, Raúl no despejó las dudas sobre el futuro político de su hermano, que tras un año ausente por una enfermedad no revelada mantiene el suspenso sobre su retorno al poder que ocupó desde el triunfo de su revolución en 1959. El general de 76 años dejó claro, sin embargo, que él está ahora al mando.


Raúl, un líder con fama de pragmático, habló descarnadamente sobre la abismal brecha entre precios y salarios y aseguró que su Gobierno interino trabaja silenciosamente por solucionar los problemas de los 11 millones de cubanos.


Cuba, dijo, tiene la obligación de cuestionarse sus viejos métodos y estrategias superados por los tiempos.


La estabilidad en Cuba en ausencia de Fidel Castro, dijo Raúl, demolió los pronósticos de Washington.


"Han sido, en realidad, meses muy difíciles, aunque con un efecto diametralmente distinto al que esperaban nuestros enemigos, que soñaban con que se entronizaría el caos y el socialismo cubano terminaría por desplomarse", dijo.


El Día de la Rebeldía celebrado el jueves es la fiesta nacional en Cuba. Evoca el asalto casi suicida al Cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, liderado por Castro el 26 de julio de 1953 con la esperanza de provocar una insurrección contra el dictador Fulgencio Batista.


La operación fue un sangriento fracaso que costó la vida a la mayoría de sus compañeros, pero sentó las bases del movimiento guerrillero que lo llevó al poder en 1959.