MOSCÚ.- Rusia espera que en las consultas con Estados Unidos sobre los planes norteamericanos de desplegar elementos de su escudo antimisiles en Europa, que comienzan hoy en Washington, se alcance “un acuerdo en línea con las posturas rusas.”
Lavrov hizo esa afirmación en una reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, según informaron las agencias rusas.
En las consultas, que se celebrarán a puerta cerrada y durarán dos días, viceministros de Exteriores y funcionarios de Defensa de ambos países intentarán acercar posturas en materia de cooperación antimisiles, aunque los analistas no se muestran optimistas.
Entre otras cosas, se abordarán las iniciativas de Putin en relación a la inclusión en un sistema conjunto de control de misiles del radar de Gabalá (Azerbaiyán) y el de Armavir, que Rusia construye en la región meridional rusa de Krasnodar.
Rusia desea que EE.UU. congele sus planes mientras ambos países mantengan consultas, a las que querría que se sumaran los países de la OTAN.
El Kremlin considera que el despliegue de radares y misiles interceptores en la República Checa y Polonia es una “amenaza directa” para su seguridad.
Los ministros de Exteriores y de Defensa de los dos países (secretario de Estado y jefe del Pentágono en el caso de EE.UU.) proseguirán las consultas tras el verano “en el formato 2+2.”
Por el momento, las propuestas de Putin de compartir la estación de radar de Gabalá, situada cerca de la frontera de Irán, y la de Armavir, cerca del Cáucaso, no han encontrado eco en la administración estadounidense.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su colega polaco, Lech Kaczynski, defendieron el despliegue del escudo en Europa Oriental durante su última reunión en Washington.
Putin, quien había advertido de que los planes de Washington no quedarían sin respuesta, suspendió el 14 de julio por decreto la aplicación del tratado de Fuerzas y Armas Convencionales en Europa (FACE), considerado la piedra angular de la seguridad en el continente.
