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Jefe militar de EE.UU. en Irak apoya sólo un retiro parcial de tropas

La postura que presentó David Petraeus ante el Congreso confirma los rumores de prensa que revelaban su apoyo a la postura del presidente Bush.

10 de Septiembre de 2007 | 15:13 | AFP

WASHINGTON.- David Petraeus, comandante de las fuerzas  norteamericanas en Irak, propuso el lunes iniciar en diciembre una retirada de los refuerzos enviados en enero a Irak, en una operación que concluiría en  julio, ante un Congreso dominado por los demócratas que exigen una rápida  salida de todas las tropas.


"Creo que vamos a poder reducir nuestras fuerzas hasta el nivel que existía antes del refuerzo (138.000) para los equipos de combate de aquí al próximo verano (boreal), sin hacer peligrar los avances en la seguridad por los que  tanto hemos luchado", aseguró el militar en una audiencia ante el Congreso.


El general, convencido de que el aumento de tropas de enero "cumplió los objetivos militares", aseguró que la reducción se iniciaría gradualmente a  partir de diciembre, cuando una primera brigada de cerca de 4.000 hombres regresará a Estados Unidos sin ser sustituida, para culminar a "mediados de  julio".


A partir de esa fecha, los soldados estadounidenses volverán a ser 138.000 como antes de que el presidente George W. Bush lanzara una nueva estrategia en  enero para tratar de poner fin a la violencia en Irak, con el envío de 30.000 refuerzos suplementarios, pese las protestas de los demócratas y de la opinión  pública.


En la misma línea que la Casa Blanca, el general advirtió al Congreso de las "consecuencias devastadoras" de una retirada precipitada de Irak, como lo exigen varios dirigentes demócratas y precandidatos a las elecciones  presidenciales de 2008.


Polémica postura


El discurso del general, a menudo interrumpido por activistas que fueron detenidos y expulsados de la sala, no convenció a los demócratas: "El envío de  refuerzos militares a Irak quizás haya logrado éxitos tácticos, pero ha sido un  fracaso estratégicamente", aseguró Tom Lantos, presidente del Comité de Asuntos Exteriores.


Tras su victoria en las elecciones legislativas de noviembre, los  demócratas exigieron el regreso de las tropas, tras más de cuatro años  desplegadas en Irak, donde murieron más de 3.700 de soldados estadounidenses y  decenas de miles de iraquíes.


La opinión pública se muestra cada día más contraria a la guerra. Según una  encuesta publicada este lunes por el Times, el 68% de los estadounidenses  considera que ha sido un error, un nivel jamás alcanzado.


Petraeus y el embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, iniciaron  así ante el Congreso una serie de audiencias que durante dos jornadas evaluarán  el desempeño de la estrategia del gobierno de Bush de reforzar el contingente  militar en Irak con el envío de cerca de 30.000 soldados suplementarios.


En un anuncio publicado en el New York Times, la organización pacifista  MoveOn.org presentó al general como "traidor", en un juego de palabras en la  que lo llamó "General Betray us", causando el enojo de la Casa Blanca.


El portavoz de Bush, Tony Snow, negó que la presidencia haya dictado al  general lo que iba a comunicar al Congreso: "No hemos coincidido con él, no lo  hemos preparado, no hablamos con él y no protagonizamos papel alguno en este  asunto", aseguró.


Desde Bagdad, el primer ministro iraquí Nuri al Maliki, salió en defensa de  su balance, en momentos en que crecen las críticas desde Estados Unidos contra  su gestión. "Los actos de violencia disminuyeron un 75% en Bagdad y en la provincia de  Al Anbar desde que el ejército estadounidense lanzó su operación" de refuerzo  en esas zonas en febrero, para sumar hasta 168.000 efectivos en total en el  país, explicó Maliki.