''Don Diego'' es escoltado por militares tras su captura. En la imagen se puede apreciar la dificultad para caminar que tiene el hasta ayer líder del cartel del Norte del Valle.
REUTERSBOGOTÁ.- El poderoso capo del narcotráfico Diego León Montoya, cuya fortuna es "incalculable" según autoridades, fue hallado en calzoncillos y oculto tras un matorral por un comando militar que lo sorprendió en una vetusta granja del suroeste de Colombia, sin electricidad y junto a su madre anciana.
Según detalló hoy el comandante del Ejército, general Mario Montoya, al amanecer del lunes, un comando élite de 45 miembros irrumpió de sorpresa en helicópteros Black Hawk en la hacienda 'El Pital' -en construcción, sin lujos y tan modesta que no contaba con electricidad- en pos del capo.
"Cuando las tropas aterrizan en el patio de la casa, los soldados se dispersan. Unos llegan hasta una habitación, identifican a tres mujeres y dos hombres, y rápidamente observan sobre una cama una billetera. Al registrarla, encuentran una cédula con el nombre del capo", narró Montoya a radioemisoras.
Los soldados se sorprendieron con la modestia del lugar. "La habitación parecía más el cuarto de un peón", dijo Montoya al revelar que tenía un televisor y un computador, que funcionaban con planta eléctrica, un refrigerador a gas y varias botellas de whisky.
"Inmediatamente empiezan a registrar el área. Encuentran un rastro de un pie que se arrastra. Llegan a una quebrada, hallan una hojarasca y debajo de ésta, a alias 'Don Diego' enterrado hasta el cuello y en ropa interior. La tropa lo captura y éste, sin dudarlo, les ofrece cinco millones de dólares", añadió.
"Yo soy un hombre muy poderoso. Déjenme volar (escapar)", les dijo a los soldados -según el relato del oficial- el narcotraficante de 49 años y 1,82 metros de estatura, que integraba la lista de los 10 delincuentes más buscados por el FBI de Estados Unidos, al lado de Osama bin Laden.
"Yo perdí (...) Ustedes ganaron"
El hombre, responsable del 70% del tráfico de cocaína colombiana hacia Estados Unidos y Europa y a quien las autoridades le atribuyen más de 1.500 asesinatos, cayó en la operación 'Simeón' basada en la "discreción" y en el "factor sorpresa", añadió Montoya.
"Al pie de la casa, el capo tenía tres medios para escapar: un carro pequeño, un jeep Willis y un caballo ensillado. Pero su sorpresa ante la operación fue tal que no pudo utilizar ninguno", indicó.
La operación fue mantenida en sigilo pues el narcotraficante había logrado infiltrar a los militares de la zona y al comando general del Ejército. Sólo cuatro personas, incluido el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el propio Montoya sabían del plan. "Se hizo con un secreto total, en total reserva", enfatizó el oficial.
Al verse descubierto, 'Don Diego' se negó a caminar. Fue conducido a rastras hasta uno de los helicópteros. Al momento de subirlo a la aeronave los soldados se sorprendieron por la súplica de la madre del capo, de 70 años, quien les aseguraba que su hijo "no era tan malo como decían las noticias".
En la base de la Fuerza Aérea de la ciudad de Cali (suroeste), poco antes de ser conducido hasta la sede central de la Fiscalía en la capital colombiana, Diego León Montoya miró directamente a la cara al jefe del Ejército colombiano y le dijo: "Yo perdí (...) Ustedes ganaron".
La captura fue considerada por el ministro Santos como el golpe más duro contra los barones de la droga desde hace 12 años, cuando fueron capturados los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, jefes del desmantelado cartel de Cali, hoy presos en Estados Unidos.
Montoya, que en Colombia tiene procesos judiciales por lavado de activos, homicidio múltiple, infiltración en entidades públicas y soborno, comenzó un violento ascenso dentro del cartel como transportador de pasta de coca desde las selvas del sur de Colombia.
Según la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), el cartel del Norte del Valle, comandando por "Don Diego", envió entre 1990 y 1994 unas 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos con la complicidad de narcos mexicanos.