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Canciller alemana desoye a China y recibe al Dalai Lama

Angela Merkel recibió al líder religioso y cultural del Tíbet, como parte de su práctica habitual de recibir a representantes de diversas religiones.

23 de Septiembre de 2007 | 11:12 | EFE

BERLÍN.- La canciller alemana, Angela Merkel, recibió al Dalai Lama, máximo representante religioso y cultural del Tíbet, desoyendo así las advertencias de las autoridades chinas sobre un empeoramiento de las relaciones bilaterales si se producía dicha cita.


La visita había sido declarada por el gobierno de "intercambio privado de opiniones" como parte de la práctica habitual de Merkel de recibir a representantes de las diversas religiones.


Aunque no hubo declaraciones en público, el hecho de recibir al Dalai Lama en la Cancillería fue para Beijing motivo suficiente para interpretarlo como una afrenta.


En días pasados, el Ministerio de Exteriores chino convocó al embajador alemán, Michael Schäfer, para transmitirle sus protestas y el deseo de que la reunión fuera desconvocada.


Beijing interpreta el hecho de que un jefe de gobierno alemán haya decidido por primera vez recibir al Dalai Lama como un apoyo indirecto a lo que considera aspiraciones secesionistas de Tíbet y, por ello, como una "intromisión en asuntos internos".


Dos días antes del encuentro, el vice-portavoz del gobierno alemán Thomas Steg aseguró que si bien Berlín apoyaba las aspiraciones del Dalai Lama hacia una mayor autonomía cultural y religiosa de Tíbet, consideraba que cualquier solución pasa por un diálogo directo entre ambas partes.


Por su parte, el portavoz de Exteriores, Martin Jäger, recalcó que para el gobierno alemán "está fuera de toda duda" que la "región autónoma del Tíbet forma parte del Estado chino".


Ambos resaltaron la importancia que confiere el gobierno alemán a las relaciones con China, lo que se ha traducido ya en dos viajes de Merkel a ese país en los dos años que dirige el gobierno.


Sin embargo, Merkel se distingue de sus predecesores en que su lenguaje es más abierto, incluidas las críticas en público a la situación de los derechos humanos o a la piratería industrial.


Representantes de la industria alemana habían manifestado su preocupación de que la decisión de Merkel de recibir al Dalai Lama pudiera acarrearles consecuencias negativas.


De momento, la protesta china ha sido ausencia de un grupo de representantes oficiales en un simposio que debía empezar hoy en Münich en el marco del "diálogo sobre el Estado de derecho", lanzado en 1999 por el entonces canciller Gerhard Schröder.


Según el Ministerio alemán de Justicia, la parte china alegó "razones técnicas" para la cancelación.


En tanto, en China proliferaban los ataques verbales en los foros de internet contra Merkel, donde, según la agencia de noticias alemana "DPA", los calificativos que se podían leer estos días iban desde "bruja" hasta oprobios mayores o reproches como que "juega con el fuego" o "no conoce la China de hoy".


En Alemania, en cambio, su determinación cosechó alabanzas no sólo de correligionarios como el jefe del gobierno regional de Hesse, Roland Koch, amigo personal del Dalai Lama y quien le acompañó hoy a Berlín, sino también del jefe del principal partido de la oposición, el liberal Guido Westerwelle.


Koch elogió en una entrevista con el dominical "Bild am Sonntag" que Merkel otorgue tanta importancia a los problemas relacionados con los derechos humanos y que "hable claro y actúe en consecuencia en cualquier parte del mundo".


Por su parte, Westerwelle alabó que, a diferencia del tándem Schröder-(Joschka) Fischer, la política exterior de Merkel y de su ministro de Exteriores socialdemócrata, Frank-Walter Steinmeier, no "esté marcada por una táctica corta de miras sino por coraje inteligente".


China tiene la suficiente seguridad en sí misma como para soportar tranquilamente una reunión así, dijo Westerwelle a la edición del lunes del diario "Süddeutsche Zeitung".


El propio Dalai Lama, quien se encuentra en Alemania desde el jueves, señaló ayer durante un acto en Hesse que no creía que su reunión con la Canciller pudiera enturbiar las relaciones a largo plazo y que creía más bien que, con ello, Beijing quiere tantear dónde están sus límites.


China ocupó el Tíbet en 1951 y desde entonces lo considera parte de su territorio. El Dalai Lama vive en el exilio desde 1959.

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