WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quiere que los países que más gases de efecto invernadero lanzan a la atmósfera acuerden antes del verano boreal de 2008 una declaración de intenciones a largo plazo para reducir sus emisiones.
Sin embargo, hablando hoy ante la conferencia internacional sobre el cambio climático organizada en Washington, Bush evitó referirse a objetivos vinculantes para la reducción de emisiones al estilo del Protocolo de Kyoto.
En su opinión, la futura declaración debe dejar a cada país las manos libres para actuar contra el calentamiento global como le parezca más adecuado.
Bush subrayó que Estados Unidos se toma en serio la amenaza del cambio climático y que su combate es responsabilidad tanto de los países industrializados como en desarrollo.
Además, reiteró la necesidad de apostar por soluciones de innovación tecnológica impulsadas por el sector privado.
A la reunión en Washington asisten representantes de los países responsables del 80 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, entre ellos China, Brasil, México, Australia, Alemania, Gran Bretaña y Japón.
Algunos países, sobre todo en Europa, expresaron su temor de que la iniciativa de Washington suponga un proceso paralelo a los esfuerzos de la ONU. Mientras la ONU y la Unión Europea (UE) pretenden que se acuerden objetivos vinculantes de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.