NUEVA YORK/ CIUDAD DE MÉXICO.- La policía de la ciudad de Nueva York informó hoy que varias granadas falsas o de entrenamiento fueron lanzadas en la parte trasera del consulado mexicano en la ciudad, lo que causó pequeñas explosiones y la evacuación del lugar, aunque no hubo heridos, según medios locales.
El comisionado de la policía, Ray Kelly, afirmó que el incidente ocurrió cerca de las 03:30 (23:30 GMT del jueves). La policía cree que una persona en bicicleta es responsable de lanzar dos explosivos hacia el complejo.
"Son granadas de entrenamiento o granadas de imitación que fueron ahuecadas para poner cargas en ellas", señaló por la mañana Kelly según la televisión local, mientras el área era acordonada.
"Una granada era lisa y la otra en forma de piña, de fragmentación, pero no granadas de verdad", agregó. "Son granadas de entrenamiento. Pueden ver muchas de ellas como souvenirs, ese tipo de cosas. Pero aparentemente ambas fueron ahuecadas y llenadas con pólvora negra", agregó.
El gobierno mexicano condenó "enérgicamente" el hecho, según un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
La declaración oficial de México señaló que "el personal de la representación mexicana no sufrió daño alguno" e indicó que las autoridades mexicanas "permanecen a la espera de que la policía local le informe del curso de las investigaciones".
También informó que la sede del consulado permanecerá cerrada "hasta que la autoridad policíaca (de Nueva York) determine que hay condiciones para reanudar labores".
Hasta el momento ninguna organización ha reivindicado el atentado, hecho que ocurre luego que durante 2007 se han registrado dos atentados con explosivos contra ductos de la empresa estatal Petroleos Mexicanos (Pemex) que afectaron el suministro de combustible por varios días a zonas del país.
Los atentados en México fueron reivindicados por el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que luego de los hechos señaló que continuaría con los ataques hasta que no aparezcan dos de sus compañeros, que esa organización afirma fueron detenidos por elementos del Ejército mexicano en el sureño estado Oaxaca.